política
La «esperanza» de un castellano recio
Herrera apela a la «prudencia» para defender unas Cuentas cargadas de «realismo»
isabel jimeno
«Creo sinceramente que se mueven entre el realismo y la esperanza». Es la frase, ya sin el más frío arsenal de cifras y porcentajes, con la que el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, describió ayer de ... una forma más humana los Presupuestos diseñados por su Gobierno para el próximo ejercicio. Un 2014 en el que seguirá tocando bailar con la más fea, esto es, la crisis, pero en el que la incipiente recuperación parece que también está invitada.
Eso sí, la belleza de los años de bonanza aún ni se vislumbra en esta pista baile, y menos aún ante los ojos de un Herrera siempre cauto y nada dado a lanzar las campanas al vuelo antes de tiempo. Y menos aún en la actual situación.
«Realismo», explicó el presidente de la Junta, porque, «digan lo que digan», el escenario sigue siendo «muy difícil, exigente y sujeto a muchas incertidumbres». Con seis años de crisis encima, dos recesiones a las espaldas y unos «dramáticos» datos de paro, pobreza y exclusión, hay que «ser prudentes» a la hora de hablar de dejar atrás esta complicada situación, recalcó Herrera, quien llegó a la Sala de Mapas del Colegio de la Asunción relajado, sereno, con una sonrisa en la cara y cargado de sus dotes didácticas para desgranar pausadamente los pormenores de unas Cuentas que un año más ha costado cuadrar. En el último día de plazo, fueron aprobadas por un Consejo de Gobierno extraordinario y registradas en las Cortes.
«No a todos los responsables políticos se les puede pedir la reciedumbre de un castellano y leonés», contestó el jefe del Ejecutivo al ser preguntado por su prudencia a la hora de visualizar el fin de la crisis que azota a España. «El realismo es sano, y más en estos momentos en que hay que cerrar filas con la institución monárquica», apostilló Herrera, empeñado en defender el «razonable y prudente» ejercicio de «realismo» de las Cuentas de 2014.
Pero no sólo del moderado optimismo viven los Presupuestos. Son una «mezcla de realismo y esperanza. Y la esperanza nos hace más falta que nunca», reconoció el presidente del Gobierno autonómico, quien también añadió un punto de «ilusión». Una esperanza, dijo, «fundada» en datos «objetivos» que «sólo comparados» con el escenario de doce meses atrás «marca la evidencia de que algunas cosas importantes ha cambiado de forma favorable». Eso sí, añadió, gracias a los «esfuerzos» de los ciudadanos y a la «voluntad firme» de Castilla y León , su Gobierno, su presidente y «creo que todos los castellano y leoneses» de «no resignarse» y «buscar un mejor futuro».
La «esperanza» de un castellano recio
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