otras experiencias
Interculturalidad en la escuela
Los alumnos del colegio San Pablo de Burgos aprenden en el aula la riqueza del mundo
mar gonzález
La mayoría de los 190 alumnos del Colegio Apostol San Pablo de la capital burgalesa son españoles pero en sus aulas de Infantil y Primaria conviven una veintena de culturas. Ellos han nacido aquí pero su padres proceden de otros países y la ... dirección del colegio apuesta porque no pierdan sus raíces y aprendan desde pequeños el valor de la interculturalidad y el respeto.
No se trata de un proyecto aislado, de una asignatura o una actividad extraescolar. En el colegio San Pablo no se dedican unas horas o jornadas a la interculturalidad sino que este concepto, desde hace cinco años, se ha ido entrelazando en todas las estructuras del centro para convertirse en uno de sus ejes vertebradores y diferenciales.
Juan José Rodríguez, director del colegio concertado San Pablo , recuerda que fue en el año 2005 cuando apostaron por un proyecto de educación basado en la interculturalidad con el objetivo de implantar «una forma diferente de educar a personas del siglo XXI».
Tras más de un cuarto de siglo dedicado a la enseñanza en estas instalaciones, Rodríguez tiene claro que las aulas «no pueden estar alejadas de la sociedad» y su intención con este proyecto fue intentar integrar en las clases el reflejo de una ciudad a la que cada vez llegaban más personas de otros países.
Rodríguez recuerda que durante años llegaron al colegio muchos niños inmigrantes pero, en la actualidad, «la inmensa mayoría son españoles porque han nacido aquí» y son sus padres los que proceden de hasta una veintena de países que pueden conocerse, por ejemplo, a través de la página web del colegio donde hay enlaces que informan de cada uno de los lugares de origen de los alumnos.
El director destaca que todo el equipo de profesores que trabaja en esta comunidad de aprendizaje, la primera de Castilla y León, se ha vinculado al desarrollo de este proyecto de interculturalidad en el que, en todo lo que se realiza, se tiene en cuenta que «no somos los únicos sobre la Tierra» y hay que integrar todas las culturas desde el respeto. En este sentido, Rodríguez señala que el Colegio Apostol San Pablo es un centro concertado católico pero se acogen en sus aulas a niños de otros idearios religiosos y «lo único que pedimos es que nos respeten igual que hacemos nosotros». Porque al final, «los niños son niños, independientemente de su raza o religión, y asumen la interculturalidad con total normalidad».
Con el respeto como base, el director considera que es un privilegio poder integrar «toda la riqueza que acumulan las culturas» de los alumnos en las unidades didácticas diseñadas por los propios profesores y en todas las actividades que se realizan desde «una visión amplia de la globalidad».
Este proyecto de interculturalidad ya ha recibido algunos reconocimientos de las administraciones y acaba de ser seleccionado en la fase de Castilla y León dentro del premio Acción Magistral 2013 promovido por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, la comisión nacional de cooperación, la Unesco y el BBVA , que pretende potenciar propuestas educativas que fomenten la solidaridad, la igualdad y contribuyan a prevenir conductas como la violencia o el racismo. Pero más allá de los premios, Rodríguez insiste en que su objetivo es que todos los niños que pasan por sus aulas sean el día de mañana mejores personas y, en este caso, la interculturalidad y el respeto, sean una de las claves de su personalidad.
Interculturalidad en la escuela
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete