sociedad
Salamanca conquista el corazón de Naruhito
El príncipe de Japón desea que los vínculos entre su país y la ciudad del Tormes se sigan fortaleciendo durante una extensa visita por sus emblemáticos monumentos
henar díaz
Muy próximo a la hermosa fachada plateresca de la Universidad de Salamanca un vítor grabado en piedra dorada de Villamayor recuerda la visita que los hoy emperadores de Japón, Akihito y Michiko, realizaron a la ciudad del Tormes cuando aún eran príncipes, el 28 febrero ... de 1985. Ayer, fue su hijo y heredero, el príncipe Naruhito, quien se desplazó a la bella capital salmantina para volver a encontrarse con aquellos especiales recuerdos que habían quedado grabados en el corazón de sus padres. Fue la penúltima parada del príncipe japonés en España, cuyo viaje oficial comenzó el pasado lunes en Madrid con motivo de la inauguración del «Año Dual España-Japón», pero no por ello la agenda del heredero fue menos intensa. Son muchos los nexos que unen la histórica ciudad castellano y leonesa, Patrimonio de la Humanidad, con el país del Sol Naciente y de todos quiso empaparse el heredero del Imperio japonés. «Deseo que los vínculos entre Japón y Salamanca se fortalezcan aún más», señaló Naruhito durante su intervención en el Ayuntamiento salmantino, donde recibió las Llaves de la ciudad, a la que deseó toda la «prosperidad».
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Minutos antes de las doce de la mañana, el heredero japonés bajó del coche frente al edificio antiguo de la Universidad de Salamanca donde entre otras autoridades, le esperaban el alcalde de la ciudad, Alfonso Fernández Mañueco; el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano; la presidenta de las Cortes, la salmantina Josefa Cirac, y quien en ese momento era el anfitrión, el rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez. Tras un breve saludo a los medios de comunicación y protegido de grandes medidas de seguridad, el príncipe comenzó su visita por el histórico edificio, donde accedió a salas como el aula Fray Luis de León , el Paraninfo y la antigua librería. Son muchos y muy antiguos los puentes interculturales tendidos entre Japón y la institución académica salmantina -el primer curso internacional de Lengua y Culturas españolas al que acudió un japonés data de 1929-, una sintonía que puso comprobarse en el interés que el heredero mostraba en todo aquello que se le enseñaba, como el Atlantis Maioris Appendix de Henricus Hondius de 1631, uno de los tesoros bibliográficos que guarda la Universidad en su histórica librería. Allí el rector recordó que las relaciones entre la institución y su país se han mantenido gracias a l «entusiasmo» de ambas partes, y abogó entre asentimientos de Naruhito por «seguir trabajando para seguir intensificando la colaboración con un país con el que aspiramos a mantener la más cordial de las relaciones».
Encuentro con investigadores
La segunda parada de su alteza imperial fue el salón de claustros, donde mantuvo un encuentro con destacados investigadores de la Usal en el ámbito del agua, la agricultura, los recursos hídricos y los fondos marinos. En concreto, el director del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico del Agua de la Universidad de Salamanca, Manuel García Roig, explicó dos de los proyectos de I+D+i en los que está implicado, uno de ellos para paliar la contaminación natural producida por metales pesados como consecuencia del drenaje de ácidos procedentes de las minas. Tras García Roig, intervino el director del Centro Hispano Luso de Investigaciones Agrarias, José María Díez, y el investigador del Grupo de Geociencias Oceánicas de la Usal, José Abel Flores, quien detalló sus estudios sobre las secuelas del cambio climático, donde también participan investigadores japoneses.
Pasadas las 13.00 horas, ya fuera del edificio histórico de la Usal, tras visitar el Patio de Escuelas Menores y el Cielo de Salamanca -este último abierto para la ocasión, ya que permanecía cerrado por obras hasta el próximo 2 de julio-, Naruhito se dirigió a la Plaza Mayor paseando por la calle Libreros acompañado del resto de autoridades. Primero, se paró ante el vítor que recuerda la visita de sus padres, y más tarde, frente a la Casa de las Conchas. Pausado y siempre sonriente, fue saludando, a veces con la mano y otras veces inclinando ligeramente la cabeza, a los salmantinos y turistas que le aplaudían a su paso. «Ya tengo algo que contar a mis nietos», pudo oír la comitiva de boca de unos jóvenes. Nada más entrar en la Plaza Mayor, su alteza imperial no dudo en saltarse el protocolo hasta en dos ocasiones para saludar, primero, a una pareja de turistas de su país, y después, a un grupo de estudiantes nipones, que le esperaban con el dibujo de la bandera del sol naciente. «¿Habéis probado ya el jamón?», les comentó de forma simpática a los jóvenes que no pararon de hacerle fotos con las últimas tecnologías.
Antes de subir al Ayuntamiento, en un lugar privilegiado y grabado también sobre piedra de Villamayor, el príncipe heredero se paró frente a un nuevo vítor que recordará para siempre su estancia en la capital salmantina, como ya ocurrió con sus padres. «Su Alteza Imperial, príncipe heredero de Japón, visitó la ciudad el 13 de junio de 2013, con motivo de los 400 años de intercambio hispano-japonés del Año Bienal», reza la grabación.
Un arca del tesoro
Ya en el interior del Ayuntamiento, un salón repleto escuchó al alcade salmantino Alfonso Fernández Mañueco y a su alteza imperial, quien tras un «buenos días» en perfecto castellano, se refirió a Salamanca como «un arca del tesoro» y recordó que esta ciudad floreció por ser una de las etapas de la Vía de la Plata y ser un centro académico de referencia». «Deseo sinceramente poder regresar de nuevo a esta ciudad llena de recuerdos entrañables, donde numerosos ciudadanos me han recibido con calidez», señaló antes de recibir las Llaves de la ciudad, que en las últimas décadas sólo han recibido Juan Pablo II y el regimiento británico de Los Rifles.
Después del almuerzo, al que se incorporó el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, el príncipe visitó el Centro Cultural Hispano-Japonés, la exposición «Hidalgos y Samurais», que alberga la sala a la que da nombre su madre, la emperatriz Michikito, y la Catedral. Allí destacó el «incalculable» valor histórico que albergan algunas de las ciudades de la Comunidad que ha tenido la oportunidad de conocer y como ejemplo citó Segovia, Ávila, León y Salamanca, lugares a los que acudió durante su primera visita a Castilla y León en 1985, pocos meses después de lhacerlo sus padres. Hoy su última parada será la localidad sevillana de Coria del Río.
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