Retan a Rudi a beberse el agua contaminada del río Gállego

El consejero aragonés de Sanidad, Ricardo Oliván, asegura que la contaminación por restos químicos usados en la fabricación del insecticida lindano es mínima. Insiste en que el agua del Gállego presenta cantidades «minúsculas» de estas sustancias tóxicas. Pero a los vecinos y a sus alcaldes no les convence, sobre todo porque no les cuadra que, si tan nimio es el problema, en sus municipios lleven ya dos semanas con la prohibición –lanzada por el propio Gobierno aragonés– de beber agua del grifo.

Y todo esto, además, cuando en estas dos semanas transcurridas el Ejecutivo regional sigue sin dar una versión de qué es lo que ha ocurrido, de dónde está el origen de la contaminación.

Oliván echa mano de las estadísticas para tratar de convencer. Subraya que haría falta una presencia de lindano mil veces superior a la que se da actualmente para que las aguas del Gállego fueran tóxicas y afectaran a la salud. Pero a los alcaldes tampoco les cuadra este argumento, por el mismo motivo: entonce,s ¿por qué sigue manteniéndose la prohibición de beber agua del grifo?

Creen que no se están dando explicaciones suficientes, que no fluye la información como debería en un asunto que ha generado notoria alarma social. Sobre todo en los seis municipios que llevan quince días sin poder beber el agua del grifo ni utilizarla para cocinar. Pero también preocupa al resto de núcleos de población que, de una u otra forma, se suministran con aguas del Gállego o ribereñas. En total son 23, pertenecientes a cuatro comarcas, incluida la de Zaragoza.

Los alcaldes de los municipios ribereños se han unido para formar un frente común ante la Administración autonómica, una «unidad de acción», y reclamar «información más clara» del Gobierno aragonés.

Mientras tanto, las movilizaciones ciudadanas han empezado a organizarse a pie de calle. Y una de ellas es «El Bus del lindano», que partirá este viernes con destino a Zaragoza, más exactamente a la sede del Gobierno aragonés. Allí llevarán agua del Gállego, la misma de la que se abastecen esas loclaidades, para invitarle a la presidenta Rudi y a los miembros de su gobierno a que «si tan buena es, se la beban ellos».