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política

El Gobierno de Rajoy deberá decir en el Congreso si apuesta o no por el trasvase del Ebro

Un diputado aragonés fuerza a la ministra de Agricultura a exponer formalmente su posición: el PP valenciano y murciano reclama la obra; el PP aragonés, la rechaza

El Gobierno de Rajoy deberá decir en el Congreso si apuesta o no por el trasvase del Ebro jaime garcía

r. pérez

El Gobierno central se verá forzado a decir en el Congreso de los Diputados, formalmente, si está a favor o en contra del trasvase de aguas del Ebro a la Comunidad valenciana y Murcia. Espinosa cuestión no solo territorial, por el enfrentamiento que este proyecto -hoy por hoy descartado- ha despertado desde hace décadas entre Aragón y las regiones mediterráneas, sino también porque supone un punto de fricción interna en las filas del PP : los populares de la Comunidad Valenciana y Murcia siguen reclamando el trasvase, mientras que el PP aragonés la rechaza frontalmente.

Hace escasos días, el presidente de Murcia, Alberto Garre, destapó de nuevo la reivindicación y consideró que el trasvase del Ebro debe ser reintegrado al Plan Hidrológico Nacional . Aznar lo metió y colocó la primera piedra poco antes de las elecciones que ganó Zapatero. Y Zapatero paró las obras y derogó el proyecto . Desde entonces, ahí sigue, descartado, el pretendido trasvase.

El Ebro y los (no) excedentes de agua

En poco más de diez años, el Ebro ha pasado -políticamente- de tener excedentes a no tenerlos . Un decenio después de que el Gobierno de Aznar colocara la primera piedra, ahora la posición oficial del PP es contraria al trasvase con el argumento de que en el Ebro no hay excedentes. Lo dijo hace escasas semanas el por por entonces ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete , actual cabeza de lista de los populares a las elecciones europeas.

En Aragón, a los partidos de la oposición al PP parece que se les ha servido en bandeja un asunto al que antaño sacaron rentabilidad en las urnas en su ofensiva contra el Partido Popular . La apuesta de Aznar por el trasvase del Ebro fue la mayor herramienta usada hace quince años por PSOE, CHA e IU en Aragón para erosionar al PP. Perdió el Gobierno regional y sumió a este partido en una crisis que lo mantuvo apartado del Ejecutivo aragonés y de las principales instituciones de la Comunidad durante doce años.

Rudi presionó para enterrar el proyecto

Cuando Luisa Fernanda Rudi recibió el encargo de Rajoy de tomar las riendas del PP aragonés y asumir el reto de recuperar el Gobierno regional, ella dejó clara una condición inexcusable: que el trasvase del Ebro tumbado por Zapatero seguiría enterrado por Rajoy . Se aceptó y se selló en los acuerdos de gobernabilidad -primero- y de coalición -después- que rubricaron los populares con el PAR en el año 2011. Para el PAR -que habían sido socios de gobierno del PSOE en los doce años previos- el trasvase es inaceptable.

Lo cierto es que, diez años después de la derogación del trasvase del Ebro impulsado por Aznar, la cuestión del agua se ha evaporado como herramienta electoral rentable . Salvo que haya un cambio radical de política que la resucite. A pie de calle, se da por amortizado, por cuestión olvidada. Los barómetros de opinión del Gobierno del socialista Marcelino Iglesias demostraron, año a año -hasta su marcha en 2011-, que el trasvase había dejado de ser una de las primeras preocupaciones para los aragoneses.

Sin embargo, las reivindicaciones de los populares de la Comunidad Valenciana y Murcia son vistas por los partidos de la oposición para abrir «vías de agua» en el PP de Rudi. Hasta ahora, sin éxito alguno. Pero volverán a intentarlo.

La ministra se estrena en el Congreso

El próximo miércoles, la nueva ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina , se estrenará como tal en el Congreso de los Diputados. Y lo hará hablando, entre otras cosas, del trasvase del Ebro. Deberá contestar a una pregunta planteada por el diputado aragonés de Chunta (CHA), Chesús Yuste , en la que le pide que aclare si tienen previsto incluir el trasvase del Ebro en el nuevo Plan Hidrológico Nacional . La pregunta está cargada de intención, y el propio Yuste lo reconoce: dice que quiere forzar a los populares a que «abandonen la contradicción territorial en la que se ha instalado el PP, que se posiciona a favor o en contra según dónde esté hablando».

Tejerina, diga lo que diga -si su respuesta es, como se pretende, un sí o un no-, levantará ampollas . A pie de calle y en sus propias filas. Si confirma que el trasvase del Ebro se mantendrá enterrado, descartado, sentará mal en quienes en la Comunidad Valenciana y Murcia -con las cúpulas regionales del PP a la cabeza desde sus respectivos gobiernos autonómicos- reivindican que la obra sea rescatada. Si dice que sí o que quizás algún día se tenga que reconsiderar esta polémica obra, la cuestión generará marejada en Aragón y pondrá en apuros al PP de Rudi y a su gobierno de coalición con el PAR. Y todo esto, en plena campaña electoral de las europeas.

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