El Elche rentabiliza el gol de Adrián

El Elche puso pronto de cara a sus intereses la eliminatoria ante el Valladolid. Poco más de seis minutos se había consumido cuando a Adrián González lograba premio en su segundo intento. Probó a Dani Fernández a los dos minutos y el meta del conjunto pucelano respondió bien. El portero tuvo que seguir con la mirada el segundo lanzamiento, con la zurda, seco y desde la frotal del área del centrocampista ilicitano. La clave, no obstante, estuvo antes de la recepción de Adrián. Le asistió Cristián Herrera, pero éste había recibido en posición de fuera de juego. El auxiliar no entendió así la acción y el delantero cedió atrás para Adrián, que firmó un notable gol (1-0).

Poco después, los de Escribá dispusieron de un saque de esquina, que remató de cabeza y libre de marca Pelegrín a un metro de la línea de gol, pero picó en exceso y el balón lo atajó el meta del Valladolid. Cómodos los locales, intentaron mover el balón con criterio ante un conjunto que se echó demasiado atrás, teniendo en cuenta que la ventaja de los ilicitanos era mínima y que un gol les daba la clasificación (en el encuentro de ida hubo empate a cero y en Copa los goles a domicilio tienen valor doble).

El duelo, pasados los veinte minutos, perdió ritmo. Un control sin gobierno del Elche y un equipo pucelano que trató de estirarse, aunque sin generar, más allá de un acción a balón parado protagonizada por Óscar Díaz, peligro frente a Tyton. Cayó ese punto dinámico del primer tramo y se pasó a un tono gris, espeso, sin mucha sustancia de partido.

Mejor versión presentó el Valladolid en la reanudación. Un equipo más convencido, más alegre en su juego, con mayor proyección al ataque y con facilidad para profundizar hacia la portería del Elche, que se veía asfixiado en los primeros minutos del segundo acto. Óscar Díaz, Omar Ramos y Chus Herrero dibujaron hasta tres acciones de peligro, que obligaron a Tyton a emplearse a fondo y, desde luego, salir de la comodidad con la que vivió el duelo en el primer tiempo.

Los visitantes creían. Poder dar la sorpresa en el Martínez Valero y dejar fuera a un Primera era posible. Y quisieron intentarlo en un arranque excepcional, un arreón firme del que el Elche no era capaz de liberarse. Y esto quedó constatado con el paso de los minutos con un equipo, el vallisoletano, que ganaba confianza, pero no encontraba la suerte final para igualar (y ganar la ventaja de fondo que otorgan los goles a domicilio en el torneo copero).

Para mayores problemas, el Elche perdió por lesión a un pieza clave en el medio campo como Mosquera. Salió Pasalic ya en el último tramo del encuentro con un Valladolid que seguía erre que erre y un cuadro local que poco lograba inquietar en lo ofensivo al rival. Los ilicitanos, ordenados y serios atrás, procuraron gestionar la renta y llegar en alguna salida rápida buscando la conexión con Jonathas o Herrera, que tuvieron alguna oportunidad, rematada, sin embargo, sin éxito. Perseveraron los pucelanos hasta el final mientras los locales trabajaron en minimizar espacios. Óscar González pudo empatar de cabeza en la prolongación, pero su remate de cabeza a un metro y medio de la portería de Tyton se fue fuera.