EL RECUADRO

Ciudadano Borbón

Pues mire, don Cayo Largo: que sepa que gracias al «Ciudadano Borbón» fue legalizado su Partido Comunista de usted

Antonio Burgo

19/06/2014
Actualizado a las 05:48h.

Tiene nombre de destino turístico del Caribe, de hotel del taco a precio baratito, avión incluido y pulserita para la barra libre de mojitos y piñas coladas. A saber: Cayo Escondido, Cayo Coco, Cayo Levantado y Cayo Lara. Y este Cayo sin Viajes Halcón acaba ... de dar un recital de miserabilidad tela importante. Hay miserables orales y miserables postales, y el que nos ocupa (más de lo debido, coincido con usted) lo ha dado por correspondencia, como los cursos de la Escuela Radio Maymó. Pues el tal Cayo Coco, o Cayo Escondido o como se llame se ha dirigido por carta al presidente Rajoy para decirle que no hay motivo alguno para hacer excepciones con el «ciudadano Juan Carlos de Borbón» ante la reforma que prepara para acordar el aforamiento de Su Majestad el Rey cuando entre en vigor su abdicación de esta noche a las 12.

(Inciso horario: hoy podremos asistir por la tele a uno de los actos de generosidad y servicio a España más importantes de los últimos tiempos, solo comparable al manifiesto «Al País» de Don Alfonso XIII. Don Juan Carlos I sancionará su abdicación. Acuérdense de aquel acto íntimo en La Zarzuela con la emoción del Conde de Barcelona al renunciar a sus derechos históricos y dinásticos, aquel taconazo y aquella inclinación de cabeza ante su augusto hijo, su «¡Por España!». Se pronuncien esas dos palabras hoy o no, en el Salón de la Columnas de Palacio resonará, con el taconazo, ese mismo sentido de la continuidad de la Corona en su servicio a la Patria. Don Juan Carlos sirvió a España toda su vida y por España abdica. Y todo será tan normal que Don Felipe VI empezará a reinar a las 12 en punto de la noche, cuando Cenicienta pierde el zapato. ¿Usted no ve cuando al cambiar los horarios de verano a invierno o viceversa retrasamos o adelantamos los relojes una hora? Pues lo de hoy, lo mismo: la Corona adelanta su reloj nada menos que un siglo, del XX al XXI, para que no se le claven sus dos manecillas como dos puñales, que decía el Conde de Gómara, Rafael de León.)

Pero el tal Cayo Adelantado o Cayo Retrasado o como se llame no quiere entender nada de esto que está más claro que el vaso de agua clara que decía Pemán que es la lengua catalana. Y es tan miserable que saca la guillotina onomástica y rebana a Su Majestad a la condición de «Ciudadano Borbón». ¡Anda que no te gusta a ti ná una Revolución Francesa, hijo! ¿Te vas a poner un gorro frigio morado, como tu conmilitón se ha puesto la camiseta republicana de la Selección Española?

Pues mire usted, don Cayo Largo, o Cayo Azul, o Cayo Rojo o como se llame: que sepa que gracias al «Ciudadano Borbón» fue legalizado su Partido Comunista de usted, decisión en la que se la jugó el hombre ante los poderes fácticos y ante lo que el Marqués de Paracuellos llamaba entonces «el búnker». Que sepa usted, don Cayo Lo Que Sea, que el «Ciudadano Borbón» fue quien paró el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, que no sé si recordará que la inmensa mayoría de los suyos estaban hasta las mismísimas trancas, que había quien daba cuarenta mil duros por un agujero donde meterse y que muchos tenían tal canguelo que cogieron Puerta, Camino y Mondeño y no pararon hasta que llegaron a la raya de Portugal. Le pongo estos rabitos de pasas porque sé que en gente de su calaña estos principios burgueses del agradecimiento son políticamente incorrectos.

Y además, don Cayo Pisado: ¿por qué el «Ciudadano Borbón» no va a tener aforamiento, cuando lo tienen sus correligionarios que se dedican a asaltar Mercadonas y a quedarse con el piso hipotecado que el Banco le ha quitado al vecino? ¿Es que esos ciudadanos asaltantes y trincones deben tener más aforamiento que Su Majestad? Hombre, si hubiera usted tenido sentido del humor, habría dicho lo que le sugiero: y para que no haya tanto lío, en vez del aforamiento, ¿por qué no le hacemos mejor al Rey un buen seguro a todo riesgo?