La madrugada del sábado, mientras unos 3.000 jóvenes bailaban al ritmo de música electrónica en el Festival Nova en pleno desierto del Neguev, cerca del kibutz Reim, milicianos de Hamás irrumpieron armados hasta los dientes, masacraron a 260 personas y secuestraron a otras ... en el que se ha convertido en el episodio más sangriento de esta nueva guerra.
El festival fue organizado coincidiendo con la festividad judía del Sukkot. Comenzó a las 23.00 horas del viernes y duró toda la noche con miles de asistentes, en su mayoría israelíes de entre 20 y 40 años, aunque también había gente de otros países. Los vídeos muestran a cientos de personas y vehículos huyendo desesperadamente por el desierto.
Gal Raz, superviviente del festival atacado por Hamás, cuenta lo que vivió en esas horas de caos y pánico: «Yo estaba en la fiesta con mis amigos y sobre las 6.30 de la mañana escuchamos las sirenas por los misiles que venían desde Gaza. Intentamos salir de la zona de la fiesta pero pronto entendimos que muchos terroristas venían a masacrarnos».
«Vimos muchos cuerpos. Decidimos escapar en nuestro coche. Empezamos a conducir, pero nos encontramos con una emboscada de terroristas que intentaron matarnos. Dispararon a nuestro vehículo, salimos de él y huimos a pie y nos escondimos en el campo durante casi ocho horas hasta que el Ejército nos logró rescatar y nos llevó a un lugar seguro», relata Raz.
Y subraya: «Somos solo gente inocente que quería ir a una fiesta a divertirse. Nuestro único crimen es ser judíos israelíes. No solo había judíos, pero principalmente fue un ataque contra judíos. Creo que el mundo debe conocer qué pasó: el ataque terrorista y la masacre contra nosotros que está llevando a cabo Hamás y la Yihad islámica».
Otros supervivientes
Esther Borochov intentaba huir en su coche cuando otro vehículo chocó contra el suyo. Entonces otra chica le dijo a ella y a su amiga que saltaran a su automóvil justo antes de que le dispararan a quemarropa; se hizo la muerta hasta que fue rescatada. «No podía mover las piernas. Vinieron los soldados y nos llevaron a los arbustos», dijo a Reuters.
Yaniv, un médico que se encontraba en la fiesta, declaró en la radio 'Kan News' que «fue una emboscada planeada»: «Cuando la gente salía por las salidas de emergencia, escuadrones de terroristas los esperaban allí y comenzaron a matarlos. Tenían información de inteligencia».
Por su parte, Ortel, otra de las asistentes al evento, explicó a la televisión israelí 'N12 News' puso su teléfono móvil en silencio y se escondió de la mejor forma que pudo: «Unos 50 terroristas llegaron en diferentes vehículos vistiendo uniformes militares. Sentía cómo pasaban los disparos por encima mío», recoge la 'BBC'.
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