Preguntas (y respuestas) clave sobre el conflicto de Israel con Irán e Hizbolá

Irán tras lanzar el martes 181 misiles ha dicho que su ataque contra Israel ha terminado, a menos que se produzcan más provocaciones. Teherán movió ficha en respuesta a proteger a sus aliados del Eje de la Resistencia. Un acuerdo que es crucial y denota la alargada sombra de Irán.

Supone hablar de una alianza liderada por la república islámica, y que está compuesta por Siria, el grupo Hizbolá en el Líbano, las milicias chiitas en Irak, grupos militantes en territorios palestinos, los hutíes de Yemen, Afganistán y Pakistán. Una suma de fuerzas, junto a Hamás y la Yihad Islámica, donde Irán se sirve de todos ellos para conseguir sus objetivos políticos. Y entre ellos destaca Hizbolá, la organización terrorista más armada del mundo. La implicación de todos estos actores a múltiples frentes hostiles que se unirían a los ya existentes.

El Eje de la resistencia enfrentado a Israel

Países en los que hay grupos respaldados por Irán

Siria

Afganistán

Líbano

Irak

Irán

Gaza

Pakistán

Cisjordania

Estrecho

de Ormuz

Israel

Yemen

Fuente: BBC

ABC

El Eje de la resistencia enfrentado a Israel

Países en los que hay grupos respaldados por Irán

Pakistán

Siria

Afganistán

Líbano

Irán

Irak

Gaza

Cisjordania

Estrecho

de Ormuz

Israel

Yemen

Fuente: BBC

ABC

Ali Vaez, director del programa sobre Irán del International Crisis Group, ya apuntaba a la BBC que si Irán se involucrase de lleno en el conflicto, «las consecuencias podrían ser catastróficas no sólo para la región, sino para el mundo entero». Y el ministro de Relaciones Exteriores iraní daba un aviso a navegantes a finales de 2023, a través de la Agencia de Noticias de la República Islámica (IRNA), aseguraba que este eje tiene cohesión, ha diseñado los escenarios y tiene las manos preparadas en el gatillo para cuando sea necesario.

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En esta zona del mundo, los expertos señalan que uno de los puntos a los que habría que prestar atención, por sus repercusiones a nivel global, es el Estrecho de Ormuz. Una de las arterias fundamentales del comercio mundial que Irán podría decidir cortar en caso de un conflicto a gran escala. Se trata del estrecho por el que más hidrocarburos se mueven diariamente a nivel planetario. Hablamos de 14,6 millones de barriles de crudo, 1,4 de petróleo ya refinado y casi 60 millones de toneladas de gas natural licuado. Poner trabas en esta zona supondría amenazar la seguridad energética del mundo y un gran revés económico.

Ian Bremmer, analista y fundador de la firma de investigación de riesgo político Eurasia Group en una conferencia, dijo que el mensaje es: «No ampliar esta guerra a Irán, porque las consecuencias de ello es un crudo a 150 dólares, como mínimo. Y el mundo volvería a caer en una recesión global», indicó. Por ahora, el intercambio de ataques no ha alarmado en exceso a los mercados. Bob McNally, presidente de Rapidan Energy Group, dijo a los medios económicos que «la prima de riesgo del crudo sólo subiría si se viera una escalada que afectara directamente a las infraestructuras o flujos energéticos o si Israel atacara infraestructuras críticas que amenazaran al régimen«. Pero matiza que el mercado ha sido complaciente y cortoplacista a la hora de medir el riesgo geopolítico de la zona.

Irán cuenta con los mayores arsenales de Oriente Próximo en misiles balísticos de largo alcance, que según el CSIS también podrían alcanzar el sureste de Europa. Y su ejército está entre los veinte más potentes del mundo, concretamente está en el puesto 14, adelantando a Israel que se sitúa en el número 17, tal como afirma el portal Global Fire Power. Es más, la propia Irán el año pasado dijo que si quisiera podría arrasar Tel Aviv con sus misiles de largo alcance y sus sistemas no tripulados. Otra cosa, es que realmente le convenga hacer ese movimiento.

A ese arsenal se suman un Ejército de Tierra de más de 600.00 soldados, 220.000 paramilitares y 350.000 reservistas. Así como 70.000 vehículos militares, 551 aeronaves, y 101 navíos. Además, Irán este verano hizo dos presentaciones, el dron Mohajer 10 con un alcance de 2.000 km, capaz de volar hasta 24 horas con una carga útil de hasta 300 kilogramos y su primer misil balístico hipersónico. Puede de volar al menos cinco veces más rápido que la velocidad del sonido. Lo que lo hace difícil de interceptar. De hecho, en el ataque a Israel, el país persa aseguró haber usado uno de estos misiles.

No obstante, el gasto de defensa de Israel en comparación con su Producto Interno Bruto es el doble del de Irán. Lo que no le ha frenado a los iraníes en su apoyo armamentístico a otros grupos. El fallecido líder de Hizbolá, respaldado por Irán, dijo que podían convertir miles de cohetes en misiles de precisión con la cooperación de «expertos de la República Islámica». Irán, como un funambulista, intenta mostrar poderío y evitar una guerra total con Israel, que podría poner en peligro al régimen iraní y a su programa nuclear.

El factor nuclear es una variable temida por Washington. En octubre de 2023 el Pentágono publicaba el informe 'Estrategia para contrarrestar las armas de destrucción masiva 2023', en el que se afirmaba que Irán ya tiene capacidad para fabricar suficiente material fisible para tener una bomba nuclear en menos de dos semanas. Mientras que un informe de la OIEA, visto por CNN, apuntaba que se habían encontrado partículas de uranio enriquecidas con una pureza del 83,7%.

No obstante, otra opción es que podrían obtener armas nucleares de países como Corea del Norte, que a su vez necesita el petróleo iraní. Las alarmas ya se encendieron cuando a finales de abril, los norcoreanos enviaron una delegación de expertos económicos y comerciales de alto nivel a Teherán para firmar acuerdos.

Si bien, actualmente, se desconoce a ciencia cierta sus capacidades nucleares reales, Bernardo Navazo, consultor de Seguridad y Defensa apunta a ABC que lo que sí sabemos es que Irán dispone de medios efectivos para transportar esa carga nuclear. Y especifica que lo que el país persa puede hacer en dos o tres semanas es una bomba sucia. «Metes material nuclear relativamente radiactivo en un dron. Y lo haces explotar, por ejemplo, en el centro de Tel Aviv. Si bien no tiene suficiente enriquecimiento para que se desencadene una reacción nuclear, lo que sí tienes es suficiente material radiactivo para dejar inoperativo un barrio durante los próximos 100 años», afirma. No obstante, añade que Irán siempre ha jugado diplomáticamente con la baza no de tener un arma nuclear, sino de poder tenerla.

«Hizbolá se ha convertido quizás en la organización terrorista mejor equipada de la historia», ha reconocido abiertamente la propia IDF (Fuerzas de defensa israelíes). El recientemente fallecido líder de Hizbolá, Hasán Nasralá, afirmaba que su organización cuenta con 100.000 combatientes, muchos de los cuales han recibido entrenamiento del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica-Fuerza Quds de Irán. Y 150.000 cohetes y misiles capaces de penetrar profundamente en el territorio de Israel.

Pero, lo cierto es que Hizbolá prefiere las guerras terrestres en su propio territorio montañoso. El CSIS dijo que uno de sus puntos fuertes es su infantería ligera, capaz de disparar y dispersarse en menos de 28 segundos con bicicletas de montaña. A ello se une que cuentan con lanzacohetes pequeños que son fácilmente transportables. Y un elemento a destacar, como lo fue en Gaza, es la existencia de refugios subterráneos. Una vasta red de túneles mucho más sofisticada que la de Hamás que llevan excavando, desde 1980, con la ayuda de Corea del Norte.

Además, las fuerzas de Hizbolá en Siria e Irak tienen un puente terrestre que permite que las armas lleguen a este grupo. Y si bien el colapso económico libanés ha supuesto un contexto precario para las operaciones de este grupo. El Departamento del Tesoro de EE.UU., calculó que Irán le proporcionó más de 700 millones de dólares anuales. Por todo ello, para el CSIS, ni siquiera una derrota decisiva de Hizbolá llevaría a la destrucción del grupo.

Globalfirepower sitúa al ejército de Israel en el puesto 17 entre 145 países enumerados. Tienen unos 646.000 efectivos militares, incluidos 169.500 miembros activos del ejército, la marina y paramilitares, junto con 465.000 reservas. Dispone de cinco submarinos de clase Dolphin y de 601 aviones militares, constituyendo para los especialistas una de las «fuerzas de combate aéreo más poderosas del mundo».

Según la ONG Nuclear Threat Initiative, los israelíes también poseen al menos 90 ojivas nucleares y 980 kilos de reservas de plutonio, para crear entre 170 y 278 armas nucleares. Dispone de submarinos y misiles capaces de portar estas armas. Tecnológicamente está más avanzado que Irán.

Y se ha hecho archiconocido el sistema defensivo de la Cúpula de Hierro que intercepta si un cohete está en camino de impactar en una zona poblada. Tiene una efectividad del 90%. Sin embargo, hay un pero, como recordaba la empresa israelí Rafael Defense Systems a AFP. Este sistema puede verse desbordado si hay una salva masiva de proyectiles, permitiendo que algunos se cuelen. De ahí que necesite la ayuda de EE.UU. Y un punto ciego pueden ser los drones, como los usados por los hutíes, vuelan bajo y pueden pasar desapercibidos por los radares.

Antes de lo ocurrido el 7 de octubre, que pronto conmemora su aniversario, Israel tenía en su historial 7.000 prisioneros palestinos a cambio de 27 israelíes. Sin embargo, un año después, más de un centenar de rehenes siguen sin volver a casa. Y aunque semanalmente, los familiares se manifiestan, la popularidad de Netanyahu ha crecido. Especialmente tras la muerte del líder de Hizbulá y con el ataque a Irán. Una encuesta del Canal 12 israelí, reveló que el partido de Netanyahu ganaría más escaños que cualquier otro si se celebraran hoy las elecciones.

En un entorno volátil, más allá de estas cuestiones, qué va a pasar es la pregunta del millón que hace que se vivan picos de tensión y momentos de calma tensa. Mientras, se intenta evitar los peores vaticinios en un escenario que ya es de hecho para los analistas el peor de los que se barajaba.