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Petro pide «transparencia» ante las «graves dudas» con los resultados de las elecciones en Venezuela

El presidente de Colombia ha tardado tres días en pronunciarse sobre los comicios que renuevan el mandato de Maduro bajo sospechas de fraude

Reacciones a las elecciones en Venezuela, en directo

El presidente de Colombia, Gustavo Petro
Poly Martínez

Poly Martínez

Corresponsal en Bogotá

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Finalmente, este miércoles el presidente Gustavo Petro hizo un comentario sobre la situación en Venezuela: "Las graves dudas que se establecen alrededor del proceso electoral venezolano pueden llevar a su pueblo a una profunda polarización violenta con graves consecuencias de división permanente de una nación que ha sabido unirse muchas veces en su historia", dijo quien es un asiduo usuario de la red social X, por la que ha dictado sus opiniones sobre el panorama internacional y ha hecho pronunciamientos en materia de política exterior de Colombia, sin mayor diplomacia de por medio.

Petro se sumó así a la petición de transparencia del proceso electoral, solicitud hecha días antes por buena parte de sus pares de la región y por muchos líderes del mundo que sí tenían clara su posición ante la crisis derivada del fraude realizado por el régimen de Nicolás Maduro la noche del 28 de julio tras el cierre de las elecciones presidenciales, en las cuales la oposición, liderada por Edmundo González, obtuvo el triunfo.

El presidente Petro salió al ruedo de las redes y declaraciones cuatro días después de las elecciones presidenciales en el vecino país, después de una reunión con su gabinete la noche previa, y tras dos pronunciamientos por parte del canciller Luis Guillermo Murillo, que incluyeron comunicado y vídeo, con lo cual se procuró llenar ese vacío de palabras con el que el mandatario colombiano tenía en vilo a sus detractores -en especial- y sus amigos a la espera de alineación. Le tomó un tiempo largo, no necesariamente por falta de información sobre los reales resultados sobre el informe del Centro Carter -invitado oficial del régimen en calidad de observador-, o sobre las cifras y soportes, sino tal vez por lo que significa para Colombia un pronunciamiento oficial cuando hay una frontera porosa de más de 2000 kilómetros, una economía formal y otra ilegal que se mueve por ella, como también grupos guerrilleros, paramilitares y traficantes de todo lo prohibido. Venezuela es, además, garante de unas negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional, que no han avanzado en realidad, pero ahí están y pueden correr otra suerte sin Maduro, el ejército bolivariano y los servicios de seguridad como amables anfitriones.

Lo anterior explicaría este aparte, sobre la violencia y sus consecuencias: “Eso no puede suceder en nuestro país hermano y debe terminar definitivamente en Colombia. Cualquier cosa que suceda en Venezuela afectará a Colombia y viceversa. Como el gobierno venezolano ha ayudado a la paz de Colombia, ahora este gobierno que represento quiere ayudar a la paz de Venezuela”.

Las palabras del presidente, medidas y discutidas, y seguramente hasta compartidas con interlocutores clave, hablan más: "Las graves dudas que se establecen alrededor del proceso electoral venezolano pueden llevar a su pueblo a una profunda polarización violenta con graves consecuencias de división permanente de una nación que ha sabido unirse muchas veces en su historia", violencia que tendría un impacto muy grande para el pueblo venezolano, ante todo, y para Colombia si aumenta la migración y la frontera se convierte en frente de batalla o retaguardia.

Y en un párrafo intermedio deja la nuez de su mensaje: “Proponemos respetuosamente llegar a un acuerdo entre gobierno y oposición que permita el respeto máximo a la fuerza que haya perdido las elecciones. Dicho acuerdo puede ser entregado como una Declaración Unilateral de Estado al consejo de seguridad de las Naciones Unidas”. Es decir, hay que buscar un mediador y evidenciar una voluntad de negociación. Llama a las Naciones Unidas, de las cuales el régimen ha renegado, pero pueden ser un primer paso para que mediadores más neutrales ante Maduro, como serían México y Brasil, ayuden a bajarle la presión a la situación, y cese la violencia estatal contra la oposición.

El mandatario colombiano cierra así: “El escrutinio es el final de todo proceso electoral, debe ser transparente y asegurar la paz y la democracia. Mis votos por la paz y la Democracia en Venezuela”, mensaje que el país entero suscribe dada la polarización interna colombiana y las elecciones del 2026.

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