Meloni avanza en su reforma para la elección directa del primer ministro

El objetivo es acabar con la inestabilidad que ha caracterizado a los gobiernos italianos

Von der Leyen entierra un informe que critica a Meloni por su «tendencia negativa» contra la libertad de prensa

Giorgia Meloni gana en Italia y se refuerza su coalición de Gobierno

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, durante una reunión en Bruselas reuters

Ángel Gómez Fuentes

Corresponsal en Roma

«Fin de los juegos palaciegos. Con esta reforma decidirán los ciudadanos». Este era el texto de la pancarta que exhibieron fuera del Senado los diputados de Hermanos de Italia, el partido de Giorgia Meloni, tras la aprobación de la reforma política que ... la primera ministra llama «la madre de todas las reformas».

Meloni se apuntó un éxito al lograr que el Senado aprobara el proyecto de ley sobre el 'premierato', que refuerza los poderes del primer ministro, una reforma que se ha intentado sin éxito durante décadas. Se trata de un proyecto de ley constitucional con un modelo de gobierno que permitirá la elección del primer ministro en las urnas.

Es una victoria importante de Meloni, aunque todavía queda camino por recorrer: deberá aprobarse en la Cámara de Diputados, donde la mayoría del Gobierno está garantizada. Pero si no obtiene una mayoría de dos tercios del Parlamento, sería necesario un referéndum, algo muy probable, dada la oposición de la izquierda a la reforma.

No está aún claro cuándo se convocará ese referéndum, si antes o después de las próximas elecciones generales. La fecha la decidirá Meloni, ajustándola a su conveniencia política.

Respaldo masivo

La mayoría de los italianos está a favor de este proyecto de ley, según señalan las encuestas. La primera ministra dijo, acerca del resultado de la votación: «Es un primer paso para fortalecer la democracia, dar estabilidad a las instituciones, acabar con los juegos palaciegos y restablecer el derecho de los ciudadanos a elegir quién los gobierna».

En definitiva, con la reforma se pretende evitar la inestabilidad que ha caracterizado hasta ahora a los gobiernos de Italia. Los datos no pueden ser más llamativos: desde 1948 hasta hoy, en Italia se han alternado 67 gobiernos, encabezados por 29 primeros ministros diferentes. En promedio, los gobiernos italianos permanecieron en el poder durante 414 días, menos de un año y dos meses, y gobernaron efectivamente durante 380 días, poco más de un año.

El de Meloni se convertirá en la próxima Navidad en el quinto Ejecutivo que más tiempo ha estado en el Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno.

Estas son algunas de las novedades de la reforma: el primer ministro, elegido por sufragio universal, permanece en el cargo durante cinco años. Su elección se produce al mismo tiempo que las cámaras. El jefe del Gobierno no podrá ser reelegido después de dos mandatos consecutivos. Estos podrían convertirse en tres si en legislaturas anteriores ocupó el cargo por un periodo inferior a siete años y seis meses.

La reforma prevé tres casos de solución a las crisis gubernamentales. Primero: si el Parlamento revoca la confianza en el primer ministro, el jefe de Estado disuelve las Cámaras y se vuelve a las urnas; es decir, se evita que el presidente de la República designe un primer ministro técnico, como ha ocurrido en varias ocasiones -Mario Draghi fue el último caso-. Segundo: si el primer ministro dimite, previa comunicación parlamentaria, en un plazo de 7 días puede proponer la disolución de las cámaras al presidente, quien luego la ejecuta. Tercero: el primer ministro, por decisión suya, puede ser sustituido una sola vez en la legislatura, pero por un parlamentario de su mayoría.

El jefe del Gobierno no podrá ser reelegido después de dos mandatos consecutivos

Será necesario aprobar una nueva ley electoral, que otorgue al ganador de las elecciones un premio de mayoría, es decir, un aumento en el número de escaños, para garantizar todavía más estabilidad a la coalición de gobierno.

Más de 180 juristas firmaron contra el 'premierato', por considerar que reduce el poder del presidente y la representatividad del Parlamento, lo que dejaría al sistema político sin los necesarios contrapesos que dan equilibrio.

En el documento, se recogen las preocupaciones expresadas en el Parlamento por la senadora vitalicia Liliana Segre, de 93 años, superviviente del campo de concentración de Auschwitz, «para que prevalezca el interés general, se escuchen las alarmas que se han lanzado y se prevengan los peligros». En paralelo, en el Parlamento se ha aprobado la reforma de la autonomía regional, propuesta por la Liga de Matteo Salvini. El proyecto de ley de autonomía se aprobó en el Senado en Febrero, y este miércoles defnitivamente en la Cámara de diputados. «Es una jornada histórica, dijo Salvini. «Una vergüenza», respondió la oposición. La primera ministra se garantizó el apoyo de Salvini en el 'premierato', a cambio de apoyar al líder liguista en la reforma de la 'autonomía regional diferenciada', que define los métodos con los que cada una de las veinte regiones del país podrán solicitar y obtener la gestión propia de algunas de las materias sobre las que actualmente el Estado central tiene las competencias.

Es una reforma con mucha oposición, sobre todo en las regiones del sur de Italia. Los obispos han dado la voz de alarma, por considerar que «aumentará los desequilibrios territoriales».

El de Meloni se convertirá en la próxima Navidad en el quinto Ejecutivo que más tiempo ha estado en el Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno

Críticas de la oposición

La tensión política que suscitan ambas reformas es creciente. Los partidos de izquierda dicen que llevarán su oposición a la calle. En una manifestación del martes, se dieron cita poco más de 2.000 personas. Los líderes izquierda dijeron que habían llenado la plaza. Pero ocultaron el truco que emplearon y se pudo comprobar: en la pequeña plaza, colocaron el escenario en la mitad.

Así, las cámaras pudieron captar una plaza aparentemente llena. Pero la otra mitad, detrás del escenario, estaba vacía. La líder del Partido Democrático (PD), Elly Schlein, dijo que, con la reforma del 'premierato', se pone en peligro la Constitución. A su lado, el líder del M5E, Giuseppe Conte, gritó: «¡No pasarán!». Pero la oposición a Meloni olvida que en 1994, el Partido Democrático de Izquierda (PDS), ahora el PD, propuso en un documento ambas reformas: 'premierato' y autonomía regional.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios