Macron reúne a 31 jefes militares de la UE y la OTAN en la búsqueda de una solución para Ucrania

Ante la evolución y alejamiento de los EE. UU. de Donald Trump, aliado con Vladímir Putin, no solo en Ucrania, el PDSF ha sido concebido con este objetivo: «Elaborar un pensamiento estratégico común sobre las cuestiones de seguridad y defensa».

París, Berlín y Londres comenzaron hace días por estudiar, sugerir, proponer un proyecto de Europa de la seguridad y la defensa que utilizase las armas nucleares de Francia y el Reino Unido como matriz fundacional de ese proyecto.

En el seno de la UE y la OTAN, en ausencia de los EE. UU., hay otros puntos de vista. Reunido en Paris, bajo la presidencia de Macron, el PDSF espera desbrozar las grandes líneas de proyectos comunes, ante la evidencia de un cambio histórico sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.

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Rafael M. Mañueco | Corresponsal en Moscú

Saliendo al paso del «abanico» de amenazas que se ciernen sobre Europa, Macron se dirigió a la elite militar europea y atlántica subrayando las diversas dimensiones de la amenaza: «Cuando el equilibrio del mundo está cambiando, reconfigurándose, aquello que parecía estable se aleja y aquello que parecía impensable parece más cerca. La amenaza geo estratégica está ahí, en Ucrania, el comportamiento de Rusia, es una amenaza existencial. La amenaza terrorista no ha desaparecido, bien al contrario. Está bien presente. Pensar el futuro de nuestra seguridad requiere abordar ambos problemas al mismo tiempo«.

Sentados los principios estratégicos esenciales por el jefe del Estado, Sébastien Lecornu, ministro de la Defensa, y Vincent Srubel, director general de la Agence nationale de la sécurité des systèmes d'information (ANSI), insistieron la tarde del martes en aspectos concretos de las amenazas contra Europa.

Lecornu presentó los trabajos del PDSF de este modo: «Estamos comenzando a fraguar los conceptos que deberán fundar el futuro de la seguridad de Europa. Debemos comenzar por reflexionar qué deben ser los ejércitos de Ucrania y cuál será nuestra aportación a ese pilar de nuestra defensa común. De entrada, rechazamos todo tipo de propuestas de desmilitarización de Ucrania. Y debemos articular cuál debe ser nuestra presencia y nuestra aportación, económica, industrial, militar, incluso con tropas en el terreno…». Ese terreno, los aliados están pasablemente divididos. París y Londres apoyan una presencia de soldados europeos en los frentes ucranianos, cuando Madrid desea recibir «garantías» sobre las misiones que pudieran realizarse.

Al frente de la ANSI, Vincent Strubel «desmenuzó» las amenazas de nuevo cuño que se ciernen sobre Europa a media tarde del martes de esta manera: «Rusia es una amenaza muy particular en el ciberespacio. Hemos sido víctimas de ataques de muy diversa naturaleza. Seguimos sufriendo ataques, y son de temer ataques más duros. La Rusia de Putin tiene un abanico de armas e instituciones consagradas a esta nueva forma de guerra, que van de sus servicios de contraespionaje oficiales al uso de grupos criminales organizados, que están a las órdenes de Putin, pero hacen una guerra de más sofisticada. Antes y durante la celebración de los Juegos Olímpicos, en París, el verano pasado, sufrimos muchos ataques de ese tipo, que causaron mucho daño. Del mar del Norte la gran mayoría de los grandes ríos europeos, el Rin o el Sena, sufren regularmente ataques de polución, envenenando sus aguas de manera irregular».

A juicio de Strubel, la «complicidad» de la pareja Trump - Putin abre un nuevo frente de actividades en el ciberespacio contra Europa, por estas razones: «Moscú ha »liberado« muchas energías… y muchos servicios que hasta ayer trabajaban contra los EE. UU. pueden consagrarse contra los aliados europeos. Es de temer un crecimiento de la ciber guerra rusa contra Europa».