Francia prepara una ley urgente para combatir el separatismo religioso islamista

El CDSN tomó medidas concretas en muchos terrenos, pero ha preferido guardar un silencio previo, avanzando, sin embargo, las grandes líneas de la ofensiva del Estado contra el islamismo radical instalado en Francia con ramificaciones europeas.

Un consejero y portavoz oficial de Macron resumió la ambición del CDSN de este modo: «Estamos ante un problema de fondo que puede afectar a las instituciones y la seguridad nacional, con una dimensión internacional, europea. Los Hermanos Musulmanes son un movimiento internacional, con ramificaciones en toda Europa».

A partir de esa matriz, los miembros del CDSN abordarán los problemas de fondo desde sus respectivos ministerios. François Bayrou, primer ministro, oficiará de coordinador.

Gérald Darmanin, ministro de Justicia, ha recibido el «encargo» de redactar un nuevo proyecto de Ley contra el separatismo religioso, para combatir, en su raíz, los problemas denunciados en un informe hecho público el martes sobre las amenazas islamistas: «Prohibición del velo islamico antes de los 15 años». «Combatir la propaganda islamista en las redes sociales». «Combatir las muy diversas formas de penetración islamista de la sociedad civil, a través de una red de nuevo cuño de mezquitas y lugares de culto».

Elisabeth Borne, ministra de Educación, tendrá a su cargo la lucha contra la penetración islamista en las escuelas del Estado, a través de medidas «coercitivas y disciplinarias», en «defensa rigurosa» de la «condición laica y republicana de la escuela pública, en todo momento».

Bruno Retailleau, ministro del Interior y recién elegido líder de «Los Republicanos» (derecha tradicional), tiene la misión policial de «frenar» la expansión de los lugares de culto y perseguir con eficacia la propagación de la propaganda islamista, sin olvidar la «expulsión expeditiva» de imanes sospechosos de radicalismo islámico.

Sébastien Lecornu, ministro de la Defensa tiene a su cargo la responsabilidad del control de lugares públicos como posibles blancos de acciones islamitas. De la catedral de Notre-Dame a la Torre Eiffel, pasando por edificios públicos se beneficiarán de rondas militares más frecuentes.

La reunión del CDSN, bajo la presidencia de Macron, ha abierto un debate nacional sobre las amenazas islámicas.

A la extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon ha reaccionado con una defensa apenas velada de los HM: «Estamos asistiendo a una nuevo ola de islamofobia ofensiva para muchos de nuestros compatriotas, agredidos de mala manera».

Al centro derecha, Gabriel Attal, ex primer ministro, apoya la redacción de una nueva Ley contra el separatismo religioso, estimando que el comportamiento de los HM es una amenaza de sociedad, que es necesario combatir, de entrada, en su raíz.

A la derecha, la senadora Dominique Estrosi Sassone, ha declarado: «Estamos ante una amenaza de subversión. Es urgente dar una respuesta global, policial, cultural, institucional».

A la extrema derecha, Jordan Bardella, brazo derecha de Marine Le Pen, considera insuficientes los proyectos anunciados y pide la prohibición pura y simple de los HM, acompañada de «expulsiones masivas».