El feminismo de Boric, tocado por una denuncia de acoso sexual

El proceso, que considera al mandatario como imputado en la causa, busca aclarar hechos ocurridos hace 10 años, cuando Boric realizaba trabajaba en la región de Magallanes y en la actualidad se encuentra desformalizada, es decir, se realizan diligencias para resolver si se debe avanzar o cerrar el tema.

Su sorpresiva divulgación, el pasado lunes por el abogado del presidente Jonatan Valenzuela no sólo afectó al Palacio de La Moneda, en momentos en que trata de sortear la grave crisis producida por la investigación judicial por violación contra el hombre fuerte de la seguridad en Chile, el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve; sino que removió los cimientos del sello progresista de la coalición oficialista.

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María J. Errázuriz | Corresponsal en Santiago de Chile

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La defensa acérrima del mandatario por parte de diversos parlamentarios borró de un plumazo el discurso feminista enarbolado por el Frente Amplio y hasta el momento nadie ha podido explicar por qué el «amiga, yo te creo» no se aplica en este caso. Es más, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, ha guardado silencio durante más de una semana y solo la ministra portavoz, Camila Vallejo, y el subsecretario del Interior, Luis Cordero, han respondido a la prensa.

Pero a medida que pasan los días, las autoridades del Gobierno dejan ver negligencias que sólo han profundizado la crisis que arrastran. Camila Vallejo no solo reveló que el Gabinete político estaba informado de esta denuncia desde mediados de octubre, sino que para explicar cómo se tuvo conocimiento de ella cometió un error–habló de pesquisas de los sistemas informáticos– que motivó que la fiscalía de Magallanes abriera una causa penal paralela por eventual acceso ilegal e indebido al proceso. La misma portavoz habló también del «abogado del Gobierno», lo que generó multitud de críticas por involucrar a la institucionalidad en un tema particular.

Cuando el 18 de octubre el presidente Boric abordó el caso Monsalve en una controvertida conferencia de prensa de 55 minutos, señaló que «una denuncia no implica culpabilidad». Esto generó una ola de críticas desde movimientos feministas y el oficialismo, lo que le obligó a retroceder una semana después y afirmar sobre la denunciante del exsubsecretario: «Nuestro deber es creerle, yo le creo».

Hoy la estrategia gubernamental ha convertido al presidente Boric en víctima. La ministra Vallejo fue la primera en salir en su defensa, señalando que se trata de «una denuncia sin sustento, respecto a hechos que son completamente falsos», cuestión en la que ha sido secundada por diputados del Frente Amplio.

La diputada Lorena Fries, exsubsecretaria de DDHH., fue la más vehemente al señalar que «el 'yo te creo' no significa a rajatabla que todas las mujeres somos buenas», cuestión que desfonda el principio sustentado. En el comunicado oficial entregado por el abogado no sólo desmentía la acusación, sino que aseguraba que, por el contrario, el jefe de Estado había sido acosado por la denunciante en el pasado.

Para ello, facilitó a la fiscalía –y también a la prensa– diversos correos electrónicos en donde la mujer declaraba sentimientos hacia el mandatario que no obtuvieron respuesta. Pero esta acción fue considerada por expertos penalistas un paso en falso, por cuanto la denuncia presentada el 6 de septiembre, a todas luces, no iba a avanzar en la fiscalía por falta de elementos que obligaran a formalizar el delito. La entrega de documentos, en cambio, prolongará el proceso.

De hecho, el fiscal a cargo, Cristián Crisosto, deberá resolver si solicita acceso al ordenador del presidente para revisar los emails que le fueron entregados en papel. No obstante, en una diligencia «voluntaria», como se precisó, el miércoles en la tarde, en la casa del abogado del mandatario, el fiscal y dos policías se reunieron con Boric.

El mandatario, en su única aparición pública desde que fue informado su caso, se limitó a señalar que la ministra Vallejo y su abogado ya se refirieron a ello y ahora que «las instituciones hagan su trabajo y que el Gobierno gobierne».

Diversos penalistas han aclarado que la denuncia por acoso sexual no podrá perseguirse porque ese delito fue tipificado en la ley penal en 2019, por lo que habría prescrito. Así, lo único que sustentaría la investigación es la divulgación de imágenes íntimas. Es por esto que no se entiende el afán del abogado Valenzuela de apurar la causa. La cronología señala que después de ser informados de la denuncia el 9 de septiembre, solicitó en dos oportunidades una copia de ella, cuestión que la fiscalía hizo el pasado día 24.

El 14 de octubre el presidente informó a sus ministros, ocasión en que todos se mostraron de acuerdo en que la denuncia carecía de sustento y verosimilitud. Según reveló el diario 'La Tercera', en ese momento se resuelve que el abogado diera a conocer los hechos y que la ministra Vallejo entregue una versión oficial del Gobierno. Ese mismo día la subalterna de Monsalve formalizó la denuncia contra él por el delito de violación y hoy se entiende porque el presidente tarda tres días en solicitarle su renuncia al cargo.

Días después, Valenzuela solicita una audiencia con el fiscal, que tuvo lugar el 22 de octubre y en la que le hace entrega de los correos, pero ante el nulo avance de la causa resuelve hacerla pública el pasado lunes. Un día después de la segunda vuelta de la elección de gobernadores, lo que generó suspicacias en la oposición, sector que acusa al Gobierno de Boric de ser poco transparente y de haber ocultado los hechos para evitar su impacto electoral.