Alarma en la UE por los riesgos de cohesión y costes de la ley de autonomía en Italia
El proyecto aprobado el miércoles crea una profunda división en el país y en la clase política
Meloni avanza en su reforma para la elección directa del primer ministro
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni
La Comisión Europea da la alarma sobre los costes de la ley de autonomía regional aprobada con una gran polémica por el Parlamento el miércoles. La Comisión advierte que «la devolución de competencias adicionales a las regiones italianas entraña riesgos para la cohesión y las ... finanzas públicas». La ley de autonomía da a las 20 regiones italianas más poder sobre la forma en que se recaudan y se gastan sus ingresos fiscales. Se denomina «autonomía diferenciada» porque solamente las regiones que lo soliciten al Estado podrán tener autonomía de gestión, hasta un máximo de 23 materias, entre otras figuran la sanidad, la educación, el deporte, medio ambiente, la energía, el transporte, la cultura y el comercio exterior.
La ley fue propuesta por la Liga de Matteo Salvini, que ha hecho de la autonomía regional su bandera electoral. La autonomía la han buscado sobre todo las regiones del norte, muy en particular la rica Lombardía y el Véneto, con presidentes de la Liga, y Emilia-Romaña, liderada por la izquierda.
Los críticos de la ley afirman que si las regiones más ricas piden más transferencias en competencias que hoy son del Estado porque se podrán permitir con sus superiores ingresos fiscales, eso significará menos recursos financieros para las regiones más pobres, que se encuentran predominantemente en el sur. La oposición es muy dura con la ley asegurando que dividirá en dos al país y afirmará que intentará abolirla mediante un referéndum. La líder del Partido Democrático, Elly Schlein, afirma que la ley «es una locura institucional, porque aumentará aún más las desigualdades». Giuseppe Conte, líder del Movimiento 5 Estrellas, pide al jefe del estado, Sergio Matarella, que «no promulgue» el texto de la ley.
Hoy las diferencias de renta son ya abismales: «El producto interior bruto per cápita de Calabria es aproximadamente la mitad de la media de la UE, mientras que el de la provincia de Bolzano es alrededor del 150% de la media de la UE». Las regiones del norte han luchado por más autonomía, quejándose de que aportan mucho más dinero al Estado del que reciben, al contrario de lo que ocurre en las regiones del sur. Al respecto, el último estudio del Banco de Italia señalaba que cada ciudadano de Lombardía pagaba una media de casi 19.000 euros en impuestos y recuperaba menos de 14.000 (la diferencia es de poco más de 5.000 euros). Esto supone que Lombardía dona cada año más de 50.000 millones de euros a las regiones en dificultades. Mientras tanto, un residente en Cerdeña pagó 9.900 euros y recuperó 13.600 euros (el beneficio fue de 3.700 euros).
Frente a las duras críticas que desde diversos sectores se hacen a la ley la primera ministra, Giorgia Meloni, la defiende con firmeza: «Elegimos desde el primer momento comprometernos por una Italia más fuerte y más justa, garantizando más autonomía, más cohesión y más subsidiariedad, que representan las piedras angulares del proyecto de ley sobre autonomía diferenciada, es decir, exactamente lo contrario de la lógica del pasado centrada en políticas asistenciales, especialmente en el sur. A estas lógicas, con las que no estamos de acuerdo, hemos respondido con extrema claridad hacia todos los italianos con la planificación de políticas activas para el empleo y el desarrollo económico de las regiones del sur», ha explicado Meloni en redes sociales.
Desde luego, mucho ha cambiado el programa de Hermanos de Italia. Giorgia Meloni desafiaba a la Liga de Matteo Salvini, hoy su aliado en el gobierno, con estas palabras pronunciadas en el 2014: «Tenemos nuestras propias posiciones, con las que desafiamos a Salvini, Queremos abolir las regiones, porque el regionalismo en Italia ha fracasado, porque ha multiplicado las oportunidades de malversación, ha multiplicado las poltronas, ha multiplicado el gasto público. Hay que dar más peso a los municipios y restablecer la autoridad del Estado central sobre estos temas».
Hay una explicación al cambio drástico, en relación con sus posiciones sobre la autonomía regional en el pasado, por parte de Giorgia Meloni, que está demostrando ser una política muy pragmática. La primera ministra ha aprobado la ley, bandera electoral de la Liga, a cambio de que su líder Matteo Salvini la apoye en su polémica reforma sobre el 'premierato', para reforzar los poderes del primer ministro.
Cabe destacar, además, que las últimas elecciones europeas han demostrado, como ya indicaron en los comicios generales de septiembre 2022, que Hermanos de Italia, partido fundado por Meloni en el 2012, está comiendo terreno electoral a la Liga de Salvini en el norte de Italia, logrando porcentajes que se acercan o superan el 30%, incluso en el Véneto, tradicional feudo de la Liga, con un presidente liguista, Luca Zaia. En definitiva, con la ley de autonomía diferenciada no solo la Liga se la apunta como un «paso histórico», sino que también llevará agua al molino de Giorgia Meloni, que espera incluso en desbancar a la Liga en la presidencia del Véneto, al tiempo que se esfuerza en dar también garantías al sur sobre su futuro.