«No fue un golpe de Estado», afirma Micheletti tras tomar posesión

En su primera reunión con la Prensa, Micheletti intenta darle un barniz de legalidad a lo que parece un golpe de Estado de manual: «El Ejército cumple una orden judicial y el Congreso toma una decisión tras escuchar a la Corte Suprema y la Fiscalía». Los medios locales (casi todos estaban en el ajo) cuestionan problemas domésticos: el presupuesto, la gripe, el dengue, el nuevo Gabinete... Sólo la presencia de cuatro periodistas españoles logra plantear preguntas pertinentes.

-Lo que hemos visto tiene todas las características de un golpe...

-Aquí no se ha producido un golpe de Estado, sino una sucesión constitucional. Las Fuerzas Armadas han cumplido una orden de los tribunales ante la comisión de un delito.

-Esa orden ¿no debería haberla cumplido la Policía y puesto al ex presidente ante un juez?

-El Ejército tiene autoridad y derecho a ejecutar una orden judicial. (Más tarde declarará a la cadena Caracol que «el Ejército fue benevolente al permitir que saliera del país, cuando tenía que haber entrado en la cárcel»).

-Dice que se respetará al presidente que salga de las urnas en noviembre. Si después éste no les gusta ¿volverán a enviarle a los militares?

-Nadie puede estar por encima de la Constitución. Si alguien se atreve a no respetarla, le ocurrirá lo mismo.

-Hay unanimidad internacional en no reconocerlo a usted.

-Nadie va a impedir que los hondureños hagan lo que quieran hacer. Ni Obama ni Chávez tienen derecho a amenazar a este país.

-¿Zelaya puede regresar?

-Si desea volver al país sin el apoyo de Hugo Chávez, será recibido con los brazos abiertos.

Contrariado, Micheletti da por concluido el encuentro, al poco del toque de queda (establecido de nueve de la noche a seis de la mañana).