Elecciones EE.UU. 2012
«Romney va a presentar en Tampa el lado más personal de sí mismo»
El escritor del libro «The Real Romney», Michael Kranish, explica a ABC que el candidato republicano ha tenido algunas dificultades en conectar con la gente
emili j. blasco
El objetivo de la convención republicana de Tampa es dar a conocer a Mitt Romney a los estadounidenses. ¿Quién es Romney? Quien mejor podría responder a la pregunta es Michael Kranish, autor de la biografía «The Real Romney», publicada con ocasión de la campaña electoral. ... Kranish presenta un Romney tremendamente «pragmático» en su actividad empresarial previa, un carácter que en la política le ha llevado a variciones ideológicas. ¿Cuál es la ideología real de Romney? El autor, que escribió la biografía con un colega del «Boston Globe», Scott Helman, de ahí que en esta entrevista hable en plural, no da una clara respuesta.
— ¿Cuál es el punto fuerte y el punto flojo de Mitt Romney?
— Romney ha tenido algunas dificultades en explicarse a sí mismo y conectar con la gente; eso es aún un gran reto para él. Ahora quiere focalizarse más en lo que considera que es su fuerza, la economía, que es sobre lo que realmente tratan las elecciones.
— ¿Está ofreciendo la campaña electoral el Romney que usted esperaba?
— Nos esperábamos las cosas que la misma gente ha visto como problema: que le cuesta conectar con el ciudadano medio. Es es algo que ya ocurrió en sus campañas anteriores. Su mujer dijo al comienzo que esperaba que la campaña sirviera para revelar la persona de su marido [«abrir la cremallera», según la literalidad de la palabra inglesa utilizada], para que la gente conociera el verdadero Romney. Pero en realidad el verdadero Romney, por usar el título del libro, es alguien que ha estado todo el tiempo ahí, con sus faltas y con sus cosas positivas. No hay un nuevo candidato que pueda emerger. Ha cambiado sus posiciones a lo largo de los años, no hay duda sobre esto. Cuando se presentó al Senado en 1994, contra Ted Kennedy, era entre liberal y moderado, y cuando se presentó para gobernador de Massachusetts en 2001 se calificaba a sí mismo moderado progresista. Ahora se llama «fuertemente conservador», algo que esperábamos de él porque era la manera de ganar en las primarias republicanas.
— El principal ataque de Obama a Romney se ha centrado en su gestión de Bain Capital, la sociedad de compra-venta de empresas que dirigió en los 90. ¿Estaba su campaña preparada para eso?
— Fue atacado de las mismas cosas en la campaña de 1994 cuando se presentó para el Senado [haberse enriquecido en un negocio que, aunque creó puestos de trabajo, destruyó muchos otros], así que probablemente contaba con que esos ataques volverían cuando llegara la campaña de las presidenciales. Lo que no esperaba es que esos ataques vinieran de sus propios compañeros republicanos que también se presentaban a las primarias, convirtiendo esta cuestión en un asunto de debate que llegaba ya muy pronto en el tiempo.
— Los demócratas también han insistido en presentarle como «flip-flop», alguien que cambia de posiciones.
— Ha cambiado su posición en algunas cuestiones, como el aborto o el cambio climático. Es innegable, no puede decir lo contrario. En el aborto, por ejemplo, era «Pro-Choice» [etiqueta contraria a Pro-Vida en EE.UU.] y ahora no lo es.
— ¿Le verá el votante con nuevos ojos cuando se familiarice más con Romney como persona?
— Esta semana lo dirá. Romney va a tratar de presentar un lado más personal de sí mismo, hablará más de su tiempo como líder de la comunidad mormona en Boston; no hablará del diezmo del mormonismo, pero sí contará que intentó ayudar a gente menos favorecida que él. También sobre cómo la fe ha cambiado su vida, que es algo sobre lo que casi no ha hablado en la campaña hasta ahora.
— ¿Le perjudica su fe mormona o ya eso ya no es motivo de controversia?
— Si fuera a perjudicarle hubiera sido en las primarias. Puede que eso aún le preocupe a algunas personas, pero no creo que sea un asunto que pese en las elecciones.
— ¿Predice un aumento de Ronmey en las encuestas?
— Normalmente tras la convención se sube en los sondeos, y luego se baja. Después el rival tiene su convención y también sube en las encuestas. Si la historia sirve de guía, Obama y Romney quedarán bastante igual tras las dos convenciones.
— ¿Ha arriesgado Romney con la elección de Paul Ryan como candidato a vicepresidente?
— Con cualquiera que se elija se toma un riesgo. El riesgo con Ryan es que la campaña se centre en el Medicare [el programa de salud pública para pensionistas, sobre el que Ryan plantea una drástica reforma] y no es fácil saber si el resultado va a ser positivo o negativo.
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