La ONU atribuye a Gadafi crímenes contra la humanidad

La brutal represión aplicada por el régimen de Gadafi contra sus compatriotas ha empezado a generar entre la comunidad internacional acusaciones de crímenes contra la humanidad. Con estimaciones por parte de grupos de derechos humanos que insisten en denunciar casi medio millar de víctimas mortales durante la revuelta iniciada en Bengasi y contagiada a Trípoli. Lo que estaría convirtiendo a Libia en el pulso más sangriento del histórico invierno de revueltas democráticas que protagoniza el mundo árabe.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas , tras celebrar el martes una sesión formal para abordar la dramática situación en Libia , ha condenado en términos tajantes el injustificable uso de la fuerza contra civiles perpetrado por el coronel Gadafi. En una declaración unánime, además de indicar su "grave preocupación" y exigir la depuración de responsabilidades criminales, todos los miembros del Consejo han exigido el inmediato final de la violencia y la adopción de un proceso adecuado para atender las legítimas demandas del pueblo libio.

De acuerdo al máximo órgano de la ONU en materia de seguridad, el gobierno de Libia "debe cumplir con su responsabilidad de proteger a su población" . Con un énfasis especial en el respeto a los más básicos derechos humanos, empezando por el derecho a manifestarse pacíficamente y el ejercicio de la libertad de expresión. Además de solicitarse el acceso a observadores internacionales y agencias humanitarias.

El embajador Ibrahim Al Dabbashi -"número dos" de la representación de Libia ante Naciones Unidas y parte del grupo de insumisos diplomáticos que ya no siguen los dictados del régimen de su país- ha calificado la declaración del Consejo de Seguridad como insuficiente. Insistiendo en que para detener "un genocidio real" la comunidad internacional debe aplicar inmediatamente una zona de "no vuelo" sobre su país para impedir que el dictador Gadafi siga utilizando aviones y helicópteros militares contra sus compatriotas. Además de impedir la adquisición de suministros de armas y mercenarios.

Las deliberaciones del Consejo de Seguridad, bajo la presidencia rotatoria de Brasil, se han visto complicadas por la aparición de Mohamed Shalgham , el titular de la embajada de Libia ante la ONU. Frente a las acusaciones de su "número dos", Shalgham indicó que su "valiente amigo" Gadafi no es responsable del derramamiento de sangre registrado en Libia durante la última semana. Además de rechazar cualquier tipo de sanción o intervención internacional.

Al hilo de las imágenes de brutal represión que están recorriendo el mundo , el secretario general de Naciones Unidas también se ha sumado a la reprobación del régimen de Libia. Ban Ki-Moon habría conseguido hablar directamente con el coronel Gadafi para reiterarle el mensaje de que la violencia armada contra la población civil de Libia resulta "inaceptable" y constituye "una grave violación del derecho humanitario internacional".

El senador John Kerry , presidente del Comité de Relaciones Internacional de la Cámara Alta de Estados Unidos, ha indicado que la ONU debería contemplar de nuevo sanciones a Libia, incluido un embargo de armas y bloqueo de exportaciones petroleras. Mientras que la secretaria de Estado, Hillary Clinton , ha reiterado que el "baño de sangre" en Libia es "completamente inaceptable" y "tiene que parar".