Los narcos mexicanos son la principal amenaza para la seguridad en Texas

Un informe oficial constata que seis organizaciones criminales operan en el Estado

MANUEL M. CASCANTE

09/04/2013
Actualizado a las 04:45h.

Los cárteles mexicanos de la droga son la amenaza más importante para la seguridad pública de Texas, según un reporte de inteligencia elaborado por el Departamento de Seguridad Pública (DPS). «Seis de los ocho cárteles tienen el mando y el control de las redes que ... operan actualmente en el estado y mueven drogas y personas hacia Estados Unidos, a la vez que transportan dinero en efectivo, armas y vehículos robados a México», detalla el «Resumen de Amenazas a la Seguridad Pública de Texas 2013». El documento exhorta a que obstruir en forma severa el alcance y poder de estas organizaciones debe ser una «prioridad mayor».

Los seis grupos delictivos mexicanos que operan en este territorio al sur de Estados Unidos son Los Zetas (con base en Austin), los Beltrán Leyva (fuertes en Houston), La Familia Michoacana (Dallas) y los cárteles del Golfo (en San Antonio), Sinaloa (centrado en Laredo) y Juárez (con foco en El Paso). Estas organizaciones utilizan el Estado de la estrella solitaria «como centro de transporte para el tráfico de marihuana, cocaína, metanfetamina, heroína y de personas hacia el resto de la nación». El informe señala también que «las organizaciones criminales están involucradas en la explotación y la trata de niños con fines de lucro», delitos que incluyen la extorsión, el trabajo forzado, el asalto sexual y la prostitución.

El reporte, basado en información de múltiples agencias de seguridad nacional, destaca que las pandillas carcelarias estatales representan la segunda amenaza más importante del crimen organizado en Texas. «Muchas pandillas trabajan ahora directamente con los cárteles mexicanos, que obtienen beneficios sustanciales de drogas y la trata de personas. Las pandillas en las prisiones operan dentro y fuera del sistema penitenciario, y son responsables de una cantidad desproporcionada de delitos violentos».

«Organizaciones mexicanas de tráfico de drogas han explotado nuestras debilidades de defensa en la frontera por muchos años, en un esfuerzo por ejecutar su dominio sobre el altamente lucrativo mercado de tráfico de droga y personas en Estados Unidos, por lo que han evolucionado en poderosos y viciosos cárteles del crimen organizado. Su impacto es dolorosamente obvio cuando miramos a nuestros vecinos en México, con cerca de 60.000 muertes desde 2006 y casos continuos de tortura brutal», dijo durante la presentación del informe el director del DPS, Steve McCraw.