Un empate que vale una Liga
El Real Madrid, tras su empate en La Romareda ante el Real Zaragoza y el del Barcelona con el Espanyol, está a un paso de romper una sequía de títulos de cuatro años de duración, y acaricia la Liga a
El Real Madrid, tras su empate en La Romareda ante el Real Zaragoza y el del Barcelona con el Espanyol, está a un paso de romper una sequía de títulos de cuatro años de duración, y acaricia la Liga a la espera del último encuentro, ante el Mallorca de Gregorio Manzano.
Fabio Capello está a un paso de conseguir el objetivo por el que regresó al Real Madrid diez años después. Le resta una final para repetir su eficacia como técnico. Siempre ganó títulos en los equipos a los que dirigió, y la que anunció como "su última aventura", está a un sólo encuentro de certificar su éxito y borrar de un plumazo cuatro años de disgustos y mal fario para el madridismo.
La época del "fin de la galaxia", que concluirá el 30 de junio con la marcha de David Beckham y Roberto Carlos, llegará, si vencen al Mallorca, con el título más deseado por la plantilla, que confirmará la reconstrucción de un equipo que tocó fondo.
El Real Madrid ha batido récords a domicilio (ha ganado 11), pero su irregularidad en el estadio Santiago Bernabéu ha marcado su temporada. Tres derrotas y cuatro empates ha sido un lastre que el conjunto blanco ha levantado en un final de Liga inmaculado, con seis triunfos consecutivos y este empate, obteniendo 28 puntos de los últimos 33 en juego.
La delgada línea que separaba el éxito del fracaso en La Romareda, cayó de lado madridista que buscará en casa ante el Mallorca culminar su remontada. Al Bernabéu llegará un equipo sin nada en juego, con sus objetivos cumplidos pero que ha mostrado durante la temporada buenos números como visitante.
El conjunto dirigido por Gregorio Manzano ha obtenido seis victorias fuera del Ono Stadi y dos empates, claves para sellar su permanencia en Primera división, olvidarse de los apuros de anteriores temporadas y terminar su campaña con los deberes cumplidos, seguramente involucrado durante la semana en el eterno tema de primas y maletines indemostrables.
No es el Mallorca ni Gregorio Manzano los "enemigos" más propicios. En la mente de cualquier aficionado madridista siguen vivos los recitales y la reivindicación del camerunés Samuel Etoo, que aprovechaba cada visita para mandar mensajes al palco en forma de goles.
La táctica y preparación del encuentro de Manzano, llevó a una exhibición, 1-5, en la campaña 2002-03. El año siguiente repetía victoria, 2-3, con dos goles de Etoo. Su marcha al Barcelona cambió el rumbo de los partidos y en los últimos duelos ligueros el triunfo cayó de lado madridista.
En la temporada 2004-05, 3-1, y en la pasada campaña goleada, 4-0, con dos jugadores acaparando protagonismo, Roberto Carlos, autor de dos goles, y Beckham. La próxima semana vivirán su último día en el Bernabéu.
El destino pone de nuevo al Mallorca en el camino del Real Madrid. El equipo ante el que ganó su último título, la Supercopa de España, en el estreno de Carlos Queiroz de Beckham. Cuatro años después se acerca el final de su odisea.
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