curiosidades
La carrillada que se deshace con el tenedor: este es el bar del Arenal que tiene la receta más tierna de Sevilla
En la calle Harinas, este concurrido bar sirve una carrillada ibérica que se ha convertido en una de las tapas más famosas de Sevilla
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Cristina Torres
Sevilla
En Sevilla hay tapas que forman parte de la memoria colectiva. Una de ellas, es la carrillada ibérica, y entre todas las recetas que gobiernan las cartas de nuestros bares y restaurantes, hay una que se ha ganado un lugar de honor.
Se ... trata de la carrillada de Bodeguita Romero, en pleno barrio del Arenal. Una propuesta tierna, jugosa y sabrosa, de esas que hacen vibrar las papilas con solo vérsela de reojo al comensal de al lado.
Y es que, desde que Ángeles Díaz, copropietaria del establecimiento junto a Pedro Romero, comenzara a elaborarla a principios de los 2000, este guiso se mantiene fijo en la carta y se ha convertido en una de las tapas más pedidas de la casa.
La fórmula es sencilla: carrilladas bien limpias, un sofrito con zanahoria, puerro, ajito, cebolla, laurel, un buen chorreón de vino tinto, y dos horas de paciencia al fuego lento hasta que la carne queda tan tierna que se rompe sola con el tenedor. Se sirve acompañada de patatas fritas, como manda la tradición, y con una salsa tan sabrosa que invita, inevitablemente, a hacer barquitos y mojar pan hasta que no quede ni gota.
Qué comer en Bodeguita Romero
Hablar de Bodeguita Romero es hablar de una de las barras más reconocidas de Sevilla. Fundada en 1939, este local de la calle Harinas combina la esencia de las tabernas clásicas con una carta que sigue siendo un mapa del tapeo sevillano.
Además de su famosa carrillada, aquí se viene a pedir el montadito de pringá, uno de los más celebrados de la ciudad, así como sus papas aliñás, unas de las favoritas de GURMÉ Sevilla.
En la sección de fritos, no faltan clásicos como la tortillita de camarones, las croquetas de jamón o de bacalao, la pavía de bacalao, el adobo o los chocos. También son muy solicitados los nidos de gambas y el variado de pescado frito, un acierto para compartir.
La carta brilla también en el apartado de guisos y cocina tradicional, con platos como el menudo de ternera, las espinacas con garbanzos, la cola de toro, las albóndigas de choco o las alcachofas salteadas con jamón.
Si se prefiere chacina, la casa trabaja con ibéricos de primera, desde el jamón de bellota a la caña de lomo o el morcón, sin olvidar la selección de quesos andaluces y manchegos. Para terminar, postres caseros como las tartas de la casa, el tocino de cielo, la naranja con aceite de oliva, azúcar y canela o los piñonates de Arahal.
Una taberna con más de 70 años de historia
La Bodeguita Romero abrió sus puertas en 1939 de la mano de Antonio Romero Hijón, y desde entonces ha pasado por distintas ubicaciones hasta asentarse en la actual calle Harinas en 1977. Hoy la regentan su hijo Pedro Romero y Ángeles Díaz, que mantienen viva la esencia de la casa con tapas de siempre, un ambiente castizo y una barra que sigue siendo punto de encuentro para locales y visitantes.
En Sevilla hay bares imprescindibles, y este es uno de ellos. La carrillada ibérica es su tapa más célebre, pero en realidad cualquier elección de su carta sabe a historia de la ciudad.
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