Bares de cocina tradicional en Sevilla que tienes que conocer

Estos galardones son ya una institución en la hostelería sevillana y cuentan con Cruzcampo como partner estratégico y con el patrocinio de las siguientes instituciones y empresas: Turismo de Sevilla, Barea Grupo, Catunambú, Cimballi Group, Grupo Viñafiel, Polvillo y Royal Bliss.

De entre todos los bares que hay en la ciudad, el equipo de GURMÉ ha seleccionado seis de ellos para participar en esta categoría de los Premios. Los ganadores se conocerán a finales de febrero, tras la reunión de un jurado profesional.

Bodeguita Romero es una de las paradas imprescindibles del centro sevillano, tanto para el público turista que disfruta con la autenticidad de su cocina y su ambiente como para los autóctonos, que siguen encontrando en su barra un refugio donde siempre son bien recibidos. Su carta cuenta con tapas tan sevillanas como ensaladilla de gambas, carrillada, cola de toro, patatas aliñadas, menudo de ternera, pavía de bacalao o solomillo al whiski.

Otros imprescindibles de esta barra son el taco de bacalao o el montadito de pringá. Para regar, este negocio cuenta con una carta de vinos donde los generosos tienen mucho que decir.

En mitad de una pequeña calle como es Luis Huidobro, a la hora punta, hay un ir y venir de camareros con bandejas repletas de platos de un lado para otro de la acera.

A Casa Paco la barra se le quedó pequeña y fue necesario cruzar el asfalto y abrir un comedor aparte. Apodado «El Buen Comer», y no en vano, pues desde que entras te llega el aroma de la cocina y el estómago sólo te pide una cerveza bien fría y una de las tapas recién salidas de la ventanita de la cocina.

La gran recomendación es el pulpo a la parrilla con crema de boletus, pero también es famoso el lomo de gallo en salsa de eneldo, el rodaballo sobre miga y hongos, y la exquisita carrillada con queso gratinado.

La historia de Casa Román se remonta a hace casi siglo y medio, cuando ésta, entonces tienda de ultramarinos, deleitaba a los vecinos del barrio de Santa Cruz. Fue en 1934 cuando Román Castro la convirtió en lo que es hoy: una de las tabernas más emblemáticas de la judería sevillana.

A día de hoy, Casa Román mantiene la esencia de sus orígenes. En su interior, la decoración costumbrista hace honor a las tradiciones y cultura de antaño. Un entorno que se presenta ideal para degustar su famoso jamón ibérico de bellota.

En plena calle Antonio Buero Vallejo se encuentra uno de los templos de la pringá y las migas: El Colmao de Gascón Rubio. Se trata de un bar de esos que se adentra en la psicología de sus clientes gracias a unos camareros que se entregan al máximo por ellos.

Además, proponen una cocina tradicional y unas tapas clásicas que tienen enamorados a los vecinos de la Macarena. Una de las recetas estrella de este negocio son las migas, y otras especialidades de la casa son salmorejo, calamares a la plancha y gambas y langostinos.

Infanta es un establecimiento que huye de las etiquetas. En su cocina destacan las carnes a la parrilla, los productos ibéricos y algunos platos más vanguardistas como el steak tartar o las cocochas. También los desayunos ibéricos que ofrecen a diario han sabido fidelizar a su público.

El local tiene una estética inspirada en los tabancos jerezanos, ya que existen diferentes referencias al vino como barricas, cañeras o espartos.

En este establecimiento ubicado junto a El Prado de San Sebastián se toma buen pescado y marisco en un ambiente familiar y acogedor. Entre las especialidades de la casa se enumeran boquerones en adobo, acedías, ensaladilla de gambas, atún con tomate, bacalao con tomate, pez espada a la roteña o huevos de choco, entre otras.

La cercanía del trato y la hospitalidad de su propietario, que da nombre al espacio, se suman a la buena cocina que dispensa este bar.