Roscos de anís

En un recipiente hacemos una mezcla con la manteca de cerdo, la harina, el azúcar y el anís. Amasamos bien.

Con un rodillo extendemos la masa hasta que quede con un centímetro de grosor y vamos cortando porciones de la masa a las que damos forma de rosco.

Horneamos durante un cuarto de hora a 200 grados.

Mientras, preparamos un almíbar con el agua y el azúcar.

Una vez horneados los roscos de anís los dejamos enfriar.

Finalmente los pasamos por el almíbar y los emborrizamos en azúcar.

Deja reposar la masa antes de extenderla con el rodillo.

Propiedades del anís:

-Sedante: excelente para calmar los nervios y la ansiedad, baja la tensión, relaja.

-Carminativo: alivia los gases, sobre todo el anís verde, uno de los mejores carminativos que hay.

-Digestivo: posee un compuesto llamado atenol, que actúa benéficamente sobre la digestión, favoreciendo los procesos digestivos. Resulta muy efectivo en caso de digestión pesada o indigestión, así como cuando hay empachos o fermentación intestinal.

-Expectorante: ayuda a expulsar flemas y moco de los pulmones. Muy útil en casos de tos con flemas, catarro o problemas del sistema respiratorio.

-Antiinflamatorio y antitusivo: ayuda a los pulmones a deshacerse del exceso de secreciones y a disminuir la inflamación en caso de bronquitis y tos.

-Menstruación: los frutos del anís verde son buen remedio para normalizar períodos menstruales irregulares, así como para aliviar cólicos o ciclos muy dolorosos.

-Lactancia: estimula la producción de leche en mujeres en etapa de lactancia.

-Bebés: muy útil para calmar los cólicos de los bebés, aunque no hay que abusar de él.

-Afrodisíaco: se dice que aumenta la líbido.

-Posee estragol, aceites grasos y colina, ideal para aliviar gastritis.