La Taskita del Sibarita (Palma del Río)

Entre otras actividades, en el Hogar del Sibarita se ofrecían catas con maridaje para grupos. Manoli Ruiz nunca se había dedicado a la hostelería, pero le picaba el gusanillo como herencia familiar, ya que su madre sí había trabajado de cocinera. Vio un local llamado La Taskita a 100 metros de la vinoteca y se lanzaron. Así nacía La Taskita del Sibarita hace cinco años, en el 2016.

Fermín Muñoz y Manoli Ruiz, de la Taskita del Sibarita

Aunque se trata, como su nombre indica, de un pequeño local -cinco mesas altas con taburetes, un barril y barra para tapear-, cuenta con excelentes opiniones en diversas páginas de la red, todas muy buenas o sobresalientes. Y por algo será. Su cocina se fundamenta en el maridaje, como no podía ser de otra forma, y se considera un sitio centrado en el vino por copas, «del que había un gran déficit en Palma del Río», como indica Muñoz. Algo que por cierto igualmente se da en la capital y que el responsable de la Taskita, de forma general, cree debido a los precios alzados que se les suele poner a los vinos en los bares y restaurantes: «primero el hostelero tiene que estar muy interesado en el vino, y después tener en cuenta que lo ofreces para vender tu comida, no es algo a lo que tú le tengas que ganar el triple».

Y junto a los vinos por copas, con numerosas referencias de diversos puntos de España, la cocina tradicional, siempre en la pizarra, sin carta. ¿Qué se puede encontrara el comensal?: Revuelto de morcilla de caldera con pimiento del piquillo, tostas al timbal de codillo, salchichón de bellota en bastones al paté de ciervo, casquería como higaditos o callos, patatas arrieras, croquetas o chistorra al vino. Pero lo que más sale es la mazamorra y la tosta de sardina ahumada.

Y así, con su buen hacer, La Taskita se ha hecho con un hueco (¿huekito?) en la vida gastronómica de Palma del Río, pueblo que cuenta con notables lugares para el tapeo.