Ovación a Juan Carlos I en la calle Serrano a su llegada a la boda de Martínez-Almeda y Teresa Urquijo

Martínez-Almeida llegaba pasadas las once y media de la mañana. Feliz y sonriente, el novio agradeció a todos los madrileños que estaban en la puerta que se hubieran desplazado hasta la iglesia para celebrar con él y su inminente esposa un día tan especial para ellos.

Minutos después llegó Juan Carlos I. En cuanto el público le identificó nada más bajar del coche, comenzó la ovación del medio millar de madrileños que en ese momento había en la puerta de la iglesia y en la acera de enfrente. Se escucharon vivas al Rey y un reiterado «¡Juan Carlos, Juan Carlos!».

El padre de Felipe VI, junto al ayudante que siempre le acompaña, saludó a José Luis Martínez-Almeida, que le esperaba en la puerta de la iglesia. Don Juan Carlos le pidió a Almeida que se hicieran una foto y el novio accedió. Posaron los dos frente a las cámaras y fotógrafos allí congregados.

La Infanta Cristina llegó minutos antes que su padre, acompañada por su hijo Juan Valentín Urdangarin. Bajó del coche, saludó con una discreta sonrisa y entró en el templo.

Cuando las campanas de la iglesia tocaron las doce, llegó la Infanta Elena, acompañada por sus hijos Victoria Federica y Felipe de Marichalar. Más aplausos y saludos.

Quien no asistió a la ceremonia fue la Reina Sofía, que en principio se espera que acuda directamente al almuerzo posterior en la finca El Canto de La Cruz. Tanto ella como el resto de miembros de la Familia Real en activo estaban invitados, pero Don Felipe, la Reina Letizia y sus hijas no han asistido al enlace, que ha contado con una amplia asistencia de miembros del Partido Popular. Esta razón, y la obligación del Rey de tener que presidir esta tarde en el estadio de La Cartuja, en Sevilla, la final del campeonato de España 'Copa de su Majestad el Rey', entre el Athletic Club de Bilbao y el Real Club Deportivo Mallorca, han imposibilitado su asistencia.

Como manda la tradición en las bodas, Teresa Urquijo llegó poco después de las doce. Junto a su padre Lucas Urquijo, muy sonriente, saludaron al público, que entregado gritaba «¡alcaldesa, alcaldesa!». Una vez dentro, las puertas del templo se cerraron y comenzó la ceremonia donde Almeida y ella se dijeron «sí, quiero».

Se escuchó cantar al coro de la iglesia una hora y media después, cuando las puertas de iglesia se volvieron a abrir. Los primeros en salir fueron la pareja de recién casados, que pletóricos de felicidad accedieron a darse un beso en la mejilla tras las peticiones de fotógrafos y reporteros. Mientras subían al coche para salir hacia la finca de la familia de la novia, Don Juan Carlos salió de la parroquia acompañado por sus hijas y sus tres nietos. Volvieron los saludos en respuesta a los aplausos de la gente y el padre del Rey les dijo a sus hijas que era un buen momento para hacerse una foto de familia. Los seis posaron junto a la verja de la iglesia mientras sus vehículos llegaban para recogerles.

Don Juan Carlos aterrizó ayer a mediodía en Madrid, en un avión procedente de Ginebra. Tiene por delante un fin de semana lleno de encuentros con amigos y familiares. Anoche ya cenó con unos amigos en un restaurante de la capital. Y hoy, en esta boda, se reencontró con otras amistades. Además de estar con su prima y abuela materna de la novia, Teresa de Borbón-Dos Sicilias; Juan Carlos I estuvo con Pedro de Borbón-Dos Sicilias y su mujer, Sofía Landaluce y Melgarejo y Ana de Orleans, duquesa viuda de Calabria.

El padre del Rey permanecerá en Madrid hasta el lunes. Mañana, en principio, tiene intención de almorzar en el Palacio de la Zarzuela junto a su familia. Y el lunes por la tarde asistirá al funeral de su sobrino Fernando Gómez-Acebo, el hijo de la infanta Doña Pilar, quien falleció el pasado 1 de marzo a los 49 años.

Esta visita de Don Juan Carlos a Madrid se produce cuatro meses después de su último viaje a la capital. Fue el pasado 20 de diciembre cuando estuvo en Madrid para asistir al 60 cumpleaños de la infanta Elena. Poco antes, el 31 de octubre, también visitó la ciudad para celebrar el 18 cumpleaños de la Princesa Leonor.

La de este fin de semana, sin embargo, es la primera vez que Don Juan Carlos acude a un acto multitudinario en Madrid. Es, además, el primer viaje del que se tiene constancia de su pernocta en la capital. Un fin de semana marcado por los focos con el que el padre del Rey quiere continuar la senda de normalizar sus visitas a Madrid. Y es que, desde que la justicia archivó las causas por las que se le investigaba -las mismas que le llevaron a instalar su residencia permanente en Abu Dabi- Don Juan Carlos persigue el objetivo de que sus viajes recurrentes a España dejen de ser noticia.

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