Los nuevos puntos de conexión entre las aulas y las empresas

Aunque esta necesidad no se puede repercutir solo en el ‘debe’ de la Universidad, sí que se requiere un esfuerzo continuo para adaptar titulaciones a las demandas del mercado. Desde Cepyme destacan el reto que supone mejorar la empleabilidad después de finalizar los estudios universitarios (según Eurostat, y sobre datos de 2020, la tasa de empleo en este sentido es de un 76% frente al 84% de la media europea). Por ello, la institución propone medidas como la necesidad de incorporar a las organizaciones empresariales en la gobernanza de las universidades: «La participación de las empresas es reducida y no permite que su punto de vista cualificado pueda ser tenido suficientemente en cuenta, sobre todo cuando se trata de formación dirigida al sistema productivo».

Desde Crue Universidades Españolas destacan acciones como «el crecimiento de cátedras de empresas e institucionales (ayudan a un mejor conocimiento mutuo), además del crecimiento de la facturación por contratos de actividades de I+D. El amplio crecimiento de la oferta de grados en el campo de las TIC, en diseño y tecnologías creativas, informática industrial y robótica, ciencia de datos, tecnología digital y multimedia y tecnologías interactivas, así como la incipiente oferta curricular en las áreas de la transición digital y verde, así lo atestigua».

También recuerdan la necesidad de contar con un nuevo marco normativo que elimine obstáculos e impulse la transferencia y la innovación: «ámbitos en los que hay margen de mejora, como en el caso de la gestión de los contratos de I+D+i de las universidades con las empresas: sujetos a las condiciones de cumplimiento de los clientes, no a la rigidez de gestión del gasto propio de una administración pública». Y destacan la importancia de implantar, hace años, el sexenio de investigación o, más recientemente, el sexenio de transferencia («impulsado por Crue, puede suponer un punto de inflexión para que el conocimiento generado en los campus tenga rentabilidad social y repercusión real en el tejido productivo».

En el caso de la universidad pública, Ignacio José Martín Moraleda, profesor de Comunicación Audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid, subraya la necesidad de profundizar, cada vez más, en contenidos prácticos. Y pone un ejemplo: «Una propuesta centrada en prácticas transversales de asignaturas entre grados de periodismo y comunicación con la que los alumnos realizan un proyecto real de dirección de fotografía, realización, sonido, periodismo o postproducción. Orientar el trabajo del alumnado a la elaboración y defensa de un proyecto ABP (aprendizaje por proyecto) con trabajo en equipo, en entornos híbridos de trabajo, toma de decisiones sobre el flujo de trabajo completo, etc. La enseñanza de edición y postproducción digital en el entorno laboral es exigente, flexible y requiere soluciones eficientes».

Sara Torre, responsable del área de Carreras Profesionales y Unidad de Experiencia del Estudiante en la Universidad Europea, destaca, por su parte, la esencia de su modelo: «Ofrecemos a los estudiantes una formación híbrida y personalizada en amplias instalaciones de vanguardia, e impulsamos acuerdos con compañías líderes de diferentes sectores, con más de 14.000 convenios firmados y alianzas únicas e innovadoras como la Escuela Universitaria Real Madrid-Universidad Europea». La Unidad de Experiencia del Estudiante cuenta, además, con un Área de Carreras Profesionales y Empleabilidad, desde la que los estudiantes tienen a su disposición un ‘job hunter’.

En este camino de formación superior, Mercedes de Prada, directora académica de Centro de Estudios Garrigues, señala cómo el siglo XXI (tecnología, sostenibilidad, diversidad e inclusión, etc.), «ha provocado una transformación sin precedentes en el ejercicio de la profesión jurídica que exige, de forma imprescindible, una sólida formación en las nuevas capacidades definitorias del éxito profesional. En nuestro caso, el 100% de nuestros alumnos de la promoción 2020-2021 de los másteres de Acceso a la Abogacía, Tributación, RR.HH. y Banca y Finanzas se incorporaron al mercado profesional al terminar sus estudios». Un entorno «profundamente internacional, multidisciplinar, digital y colaborativo» para conectar con las necesidades de la sociedad, con ejemplos como el Grado y Máster en Derecho Internacional de los Negocios.

IEB destaca su Máster online en Finanzas Corporativas como muestra de esta conexión directa entre formación superior y empleabilidad, para aportar su contribución a que España «pueda convertirse en el principal hub de talento de los banqueros del futuro». Pedro Garrido, director del máster, señala una de las claves: «Formar a los mejores alumnos para que puedan desarrollar sus carreras tanto como profesionales financieros, así como asesores especializados en las distintas áreas de las finanzas corporativas y de la banca de inversión». Perfiles versátiles, elevado pensamiento analítico y alta capacidad crítica «para poder visualizar y seleccionar las alternativas de asesoramiento corporativo más adecuadas».

En el caso de ESCP Business School, su Plan Estratégico 2022/2025 incluye el refuerzo de su ya activa red de alumnos, profesores y personal, la Red de Transición ETN-ESCP, que ha iniciado numerosos proyectos dentro de la Escuela, para formar «líderes responsables, preparándolos para los desafíos del mañana, a través de un enfoque multidisciplinario y la adquisición de habilidades híbridas en Artes, Negocios, Cultura, Diplomacia e Ingeniería».

Las Escuela de Artes Universitarias TAI adapta, en su caso, cada año, su oferta en el ámbito de las Artes Escénicas, Cine y Series, Animación y Postproducción, Música y Artes Visuales desde un enfoque multidisciplinar para afrontar con mejores garantías la incorporación al mercado laboral. Acciones como su Programa de Empleo y Emprendimiento y las iniciativas (al estilo ‘incubadora’ y ‘aceleradora’) de su Área de Talento forman parte del día a día de la institución.

Al otro lado de la balanza, las empresas continúan su ‘work in progress’ para contribuir a un empleo de mejor calidad, con ejemplos de colaboración como las Cátedras de Telefónica, Cepsa, Grupo Vips, Indra, Cajamar, etc.. «En un platillo (señala Lourdes Repiso, profesora de OBS Business School), colocamos las ‘habilidades duras’, todo lo que nuestro CV avala de nuestros logros en nuestra vida profesional. En el otro, lo que suele caer en zona de sombra y se detecta en los procesos de selección. Habilidades que ya han dejado de ser ‘blandas’ y se convierten en imprescindibles. Sin el equilibrio entre lo que sabemos y lo que somos, hay menos posibilidades de ser elegidos».

Para Fernando Guijarro, director general de Morgan Philips Talent Consulting en España: « Hay que entender el mercado laboral y sus necesidades, su segmentación sectorial y funcional, para rediseñar los programas formativos (no un rediseño continuo, pero sí una actualización, acorde a la velocidad del cambio). Y en este contexto, ya podemos medir, gracias a la tecnología, la incidencia de las ‘habilidades blandas’, como la capacidad para trabajar en equipo, la agilidad ante el cambio, la negociación/discusión, etc».

En todo caso, en todo momento, la transformación digital está omnipresente, como destaca Óscar Sala, director de The Collider en Mobile World Capital Barcelona: «La transformación digital de las empresas es ya necesidad y una gran oportunidad para ganar eficiencia y orientación al cliente, evolucionando a una gestión y toma de decisiones basada en los datos. Desde nuestro programa de transferencia de conocimiento The Collider, promovemos una mayor colaboración ciencia-empresa, para transformar nuestro excelente conocimiento científico en una empresa de base tecnológica, mejorando la competitividad de nuestra industria». Colaboración, conocimiento y experiencia para la empleabilidad del siglo XXI.