Formación continua: ¿deberían estar obligados los profesores a volver a repasar la lección?

Cuando hay ganas de actualizar el conocimiento no faltan oportunidades para encontrar el curso que más se adapta a las necesidades de cada perfil. Pero los profesores aspiran a un nuevo sistema formativo . «El que tenemos es obsoleto», se lamenta Nicolás Fernández , presidente del sindicato de profesores ANPE.

A la espera de una ley para reformar la profesión docente, recuerda que a día de hoy «la formación es voluntarista» y en muchas ocasiones son los propios profesores los que pagan los cursos . Tal y como explican desde del Ministerio de Educación y Formación Profesional, la formación es obligatoria si se trata de consolidar el complemento salarial de formación permanente, cada seis años (sexenios). «Está exclusivamente vinculado a la realización de actividades de formación y/o de especial dedicación. Para obtenerlo es necesario acreditar un número de créditos de formación que puede variar entre una Comunidad y otra», puntualizan. En el caso de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, el número de créditos establecido es de 10 y cada uno de ellos representa un mínimo de 25 horas de trabajo.

«Existe una amplia oferta formativa en la modalidad presencial y también cursos tutorizados en línea, formación masiva en línea (cursos cortos MOOC y NOOC), micro-formación (EduPills), cursos de verano o estancias profesionales en países europeos», explican fuentes del Ministerio. Cada una de las Administraciones educativas autonómicas tiene sus respectivos servicios de formación permanente del profesorado , a los que se adscriben los centros de profesores. Tienen diversas denominaciones según la Comunidad: CEP, CEFIRE, CRIF, CRP, CAP o CPR. Pero desde ANPE se lamentan de que «esta formación no está vinculada a la práctica de la profesión» y exigen cambios importantes. «Reivindicamos un nuevo enfoque global urgente de la profesión», afirma Fernández.

Los profesores recuerdan que enseñar es una profesión de mucha vocación y por ello son los primeros que quieren estar al día, pero el sistema no lo pone fácil . «No existen muchos datos sobre la formación de los profesores. Una cosa es la oficial, en la enseñanza pública, y otra la que hacen por su cuenta los profesores porque tienen la necesidad de reciclar conocimientos. En general, la formación es mínima y se debe estimular la formación continua», indica Montserrat Oliveras, directora y cofundadora de Educaweb.

Este portal reúne la oferta formativa para los docentes y orienta al usuario a elegir la formación, más de 25.000 cursos por todo el territorio . Recuerda además que en muchas ocasiones la formación necesaria no se trata tanto de ampliar conocimientos sino de enfrentar distintas situaciones. Por ejemplo, en las escuelas inclusivas, donde se trata con alumnos que presentan distintas dificultades que el profesor a su vez debe saber encarar. «Hace falta una formación sobre técnica y herramientas para afrontar la enseñanza con un chico autista o con síndrome de Down», indica Oliveras.

Pizarras digitales, tablets, smartphones... el profesorado también se debe adaptar a las nuevas herramientas para enseñar , sobre todo las generaciones que comenzaron esta profesión cuando nada de eso existía. «Los cursos de competencias digitales son los más demandados y a su vez los que más oferta tienen. Todo lo relacionado con la innovación en la enseñanza y en el apredizaje», señala la directora de Educaweb. «Hay muchas aplicaciones muy útiles a nuestra disposición pero debemos formarnos. Son enormes los cambios que tenemos por delante», añade el presidente de ANPE. Desde el Ministerio de Educación recuerdan que la competencia digital del profesorado «se vertebra a través de tres acciones interrelacionadas: el marco de la competencia digital docente, la formación permanente del profesorado y el portafolio digital docente».

Pero hay muchas otras áreas de conocimiento que están despertando interés entre el profesorado como todo lo relacionado por cuidarse a uno mismo. Cursos de «mindfulness» para docentes se han puesto muy de moda en los últimos años. «Si el docente lo aplica en su casa o en el momento de estar estresado va a transmitir tranquilidad y confianza al alumnado», señala Alazne González , autora de «Mindfulness aplicado en educación. Guía práctica para docentes y educadores». Esta experta recuerda que es importante «gestionar nuestras emociones y debemos aceptar tanto las positivas como las negativas. Es una manera de aceptar, concentrarnos en lo que nos está pasando».

Expertos consultados por este periódico indican que uno de los retos en la formación de los docentes es precisamente su evaluación . «Cualquier programa debe analizar el impacto en la práctica de la docencia posterior y no se tiene en cuenta», señala la directora de Educaweb. «No se trata de fiscalizar a los profesores sino de analizar la evolución del docente para mejorar sus competencias ». En todo caso, desde el Ministerio de Educación recuerdan que «la evaluación del desempeño de los centros educativos para la mejora y apoyo depende de las administraciones educativas autonómicas».