Un buen uso de la silla infantil puede reducir a cero las lesiones

Es a partir de los 6 años cuando los niños empiezan a viajar a lugares cercanos y con poca circulación sin los SRI, lo que ha provocado que el pasado año, el 65% de heridos graves menores de 14 años a causa de un accidente de tráfico se dieran en vías urbanas. Esto es debido a que «los padres tienen mayor percepción del riesgo en las ciudades grandes que en los municipios pequeños y recorridos conocidos», aseguró.

Para conseguir mejorar las estadísticas, es imprescindible que los padres de los menores se aseguren de hacer un uso correcto de las "sillitas" a través de una buena elección, instalación y utilización de las mismas. En este sentido, es necesario conocer que los menores deberían viajar en la plaza central del vehículo, ya que minimiza en un 90% el riesgo de impacto directo en la cabeza. Además deberían situarse en sentido contrario a la marchahasta los cuatro años siempre y cuando su estatura se lo permita: "cuanto más tiempo estén viajando de esta forma mejor", explicó Valdés Rodríguez.

Por su parte, Elena Agüero, fiscal de Seguridad Vial, hizo referencia a un estudio realizado hace dos años por la propia fiscalía junto con el perito experto en temas de seguridad vial, Jesús Monclús, en el que concluyeron que «la mayoría de los niños fallecen en desplazamientos familiares, lo que quiere decir que el accidente se produce en trayectos al colegio, a actividades extraescolares o en salidas de fin de semana». En relación con ese asunto, Agüero se refirió a la posibilidad de inmovilizar el vehículo en caso de menores viajando sin SRI como una medida positiva, y añadió que es óptimo que «las fuerzas y cuerpos de seguridad tengan esa facultad para tratar esta situación».

Las cifras de mortalidad de 2013 en carretera revelan que el número de fallecidos menores de 14 años se ha visto reducido, y han sido seis menos los niños que perdieron la vida a causa de un accidente de tráfico. Estas cifras permiten que España se esté acercando al modelo sueco, considerado de referencia mundial en la materia por tener el índice de mortalidad infantil más bajo del mundo; un modelo que fue presentado hace dos días en la Fundación Pons por Cristina Barroso, consultora de SRI y portavoz en España de este modelo.