Nicolás Vaudelet o cómo llevar a Sorolla hasta un vestuario de ballet
El diseñador se ha inspirado en el pintor valenciano para los figurines del nuevo espectáculo del Ballet Nacional
El Ballet Nacional de España estrena « Sorolla» , su nuevo espectáculo, pasado mañana en las Naves del Español, en Matadero Madrid (podrá verse hasta el día 30 del mismo mes), bajo la dirección de Antonio Najarro, que lo describe como «un viaje por varias zonas geográficas de nuestra península, las danzas más significativas del folclore junto a otras creaciones de danza clásico española, escuela bolera y flamenco».
Para el director del BNE, «Sorolla» supone la unión en un único espectáculo de dos artes universales, la danza española y la obra del pintor, en concreto su «Visión de España» . A estas dos disciplinas artísticas hay que sumar la moda. El diseñador francés Nicolás Vaudelet ha asumido el riesgo de reinventar los trajes regionales de las diferentes comunidades bajo la atenta mirada de la pintura de Joaquín Sorolla.
«Visión de España» ha inspirado, tras seis meses de trabajo, doscientos setenta trajes que lucirán los bailarines sobre el escenario. Esta obra fue un encargo que la Hispanic Society de Nueva York hizo al pintor valenciano en 1911. Sorolla plasmó su visión personal de nuestro país, sus costumbres y sus bailes en catorce grandes cuadros destinados a la biblioteca de la institución.
¿Qué hace un francés metiéndose en esto?, es la primera pregunta. Nicolás Vaudelet se ríe. «Cuando vienes de fuera crees que solo hay batas de cola y volantes; he tenido que aprender, buscar, documentarme e interesarme mucho. Pregúntame lo que quieras», responde divertido. «Ya me sentía muy español, pero cada día un poco más con todo lo que estoy aprendiendo», añade. Regiones, provincias y ciudades como Castilla, Aragón, Navarra, Guipúzcoa, Sevilla, Galicia, Cataluña, Valencia, Extremadura, Elche y Ayamonte, quedarán representadas a través de coreografías y vestuarios muy cuidados.
«Hay adaptaciones del vestuario tradicional, con transformaciones y cambios de colores para integrar la luz de Sorolla », explica el diseñador. El reto, además, era conseguir personajes, no un uniforme. Como si no se tratase de un baile, sino de una obra de teatro . Para que cada bailarín pueda ser único en la escena, tener su propia historia. «Queremos recrear el ambiente que pintó Sorolla, su multitud, y sacar el rico, el pobre, los jóvenes, las viudas...». Cada bailarín ha conseguido «una personalidad».
Vaudelet, que trabajó para Jean Paul Gaultier, más tarde para El Caballo y que ahora lo hace para su propia firma, ha buscado una mezcla de tradición con modernidad para vestir al Ballet Nacional . «Hay un mix de técnicas y tejidos tradicionales con otras modernas y tecnológicas», explica. También ha empleado la impresión digital para falsear complementos como joyas, zajones, etcétera, que podrían molestar a los bailarines durante el espectáculo: «Así hemos reproducido estos accesorios de forma sutil; no podía faltar el barroquismo de estos cuadros».
Pero no solo ha lidiado con coreógrafos y bailarines, también con un director de escena. Y no uno cualquiera: Franco Dragone, uno de los creadores del sello característico del Circo del Sol, y en cuya puesta en escena las luces también han jugado un papel principal. No es la primera vez que Vaudelet sube sus diseños a un escenario. Trabajó para el «Confessions Tour», de Madonna; para «Mi soledad», de Joaquín Cortés; y para el musical-cabaret «The Hole». Aunque este diseñador francés que quería ser bailarín parece que ha encontrado al fin su lugar tras el telón: «Estoy muy cómodo diseñando para el ballet».
Figurín y cuadro de Extremadura "El mercado"
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