Yolanda Díaz cede poder a sus aliados para que Sumar no se rompa antes de nacer
La vicepresidenta celebra hoy la asamblea fundacional de su partido para unir a la izquierda alternativa
PP y CS rompen las negociaciones electorales y Adrián Vázquez dimite

Desde que dijo en el Polideportivo Magariños, en Madrid, que quería ser la primera presidenta de España solo pasó un año. Por el camino, tensiones con los principales integrantes de su proyecto por las cuotas de poder y una ruptura traumática con Podemos, aunque ... esto último para sorpresa de nadie. Yolanda Díaz celebra hoy la asamblea fundacional de Sumar, donde consolidará la estructura orgánica y su relación con los actores a la izquierda del PSOE, así como aprobarán los documentos organizativos del partido.
Desde Magariños a La Nave de Madrid, en Villaverde, donde han convocado hoy el congreso, han cambiado los planes que tenían bocetados los cerebros de Sumar: no estaba en la ruta de Díaz ceder poder a sus aliados para evitar que Sumar naciera entre críticas de sus valedores territoriales. Más Madrid, Izquierda Unida y Compromís llevan meses trasladando sus desconfianzas hacia la vicepresidenta ante unas cuotas de poder abusivas o la posibilidad de implantación de estructura de Sumar en territorios donde podría penalizarles electoralmente. No tanto Catalunya En Comú, que tiene en Sumar una posición más privilegiada que el resto, aunque también han manifestado su reacción interna.
Los socios se han mostrado especialmente críticos después de los malos resultados en las elecciones gallegas de febrero, que pusieron en tela de juicio la utilidad del proyecto a nivel autonómico y que, según críticas de los propios dirigentes de Más Madrid, llegaron a decir en abierto que Sumar tenía que centrarse en la política nacional. Aparentemente, con vistas a la cita de hoy, todo ha quedado resuelto.
¿Cómo? En un primer momento, los documentos organizativos planteaban un formato para que Díaz y Sumar tuvieran garantizado el control de la dirección nacional y de los grupos territoriales. Consistía en un modelo en el que un 30 por ciento de las direcciones serían ocupadas por miembros de otros partidos ante un aplastante 70 que estaría destinado a perfiles de Sumar elegidos por inscritos.
En la práctica, esto tenía el objetivo de limitar la influencia de los partidos. Las quejas, sobre todo por parte de IU, quien más propuestas alternativas planteó, lograron que la ejecutiva provisional de Sumar cediese y el formato 70/30 solo se vaya a implantar a nivel nacional. En el resto de direcciones territoriales que formen una alianza Sumar, los documentos estatutarios permitirán excepciones para que los partidos hegemónicos en dichas regiones tengan más cuota de poder, respetando así el contexto y las particularidades de cada comunidad.
La solución encontrada que satisface a los aliados territoriales es que se mantenga el porcentual del 30 por ciento elegido por los partidos, pero que el otro 70 en las regiones se negocie entre Díaz y las formaciones que participen en la alianza. Y que también, a nivel regional, puedan entrar dirigentes de otros partidos en ese 70. Si hay acuerdo, el formato se cumple sin problema. Pero si no lo hay, Sumar tendrá que presentar una candidatura que competirá contra otra alternativa planteada por los otros partidos.
En la práctica significa que Díaz ha aceptado entregarle la batuta de mando de Sumar a los comunes en Cataluña, a Compromís en la Comunidad Valenciana, a IU en Andalucía y a Más Madrid en la Comunidad de Madrid porque confrontar una lista ante estos partidos hegemónicos en sus citados territorios es una garantía de fracaso y provocaría división y ruido innecesarios.
Estructura y capilaridad
Por otro lado, ayer Más Madrid y Sumar comunicaron «un acuerdo bilateral» con el que Díaz cede y no hará un desembarco orgánico de su marca en la capital al reconocer al partido autonómico como hegemónico allí. Se comprometen a un trabajo conjunto para avanzar a nivel nacional y que Más Madrid logre la comunidad y la mayoría de los ayuntamientos. En las próximas semanas se explicarán los pormenores de este pacto. Tampoco implantará estructura de forma autónoma Sumar en Cataluña, sino que pretenden tener una relación de colaboración con Catalunya en Comú. En la Comunidad Valenciana sí que van a levantar estructura, aunque, supuestamente, hay un compromiso por parte de Sumar de no competir electoralmente con Compromís, sino negociar la integración de dirigentes valencianos de Sumar en las listas de este partido regionalista.
Desde las 11 horas hasta las 13, dirigentes y bases debatirán hoy los documentos estatutarios y las cinco modificaciones planteadas que más apoyos han recibido de los inscritos. El acto de cierre no empezará hasta las seis de la tarde y durará hasta las ocho: allí hablarán la vicepresidenta Díaz, el ministro de Cultura y portavoz del partido, Ernest Urtasun; la ministra de Sanidad, Mónica García, el de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy; la de Juventud e Infancia, Sira Rego; el portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, y la candidata a las europeas, Estrella Galán.
También hay convocadas jornadas, talleres y conferencias durante todo el día y se servirá comida. Sumar iba a cobrar entrada simplemente por asistir; precios desde los 58 céntimos a los 19 euros, pero debido a las críticas que recibió la idea tuvieron que rectificar e hicieron optativas la entrada de apoyo y abrieron inscripciones gratuitas.
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