Sumar se abstendrá este jueves en la primera votación para la reforma del CGPJ

El espacio presumió desde un inicio de haber sido informado «puntualmente» de las negociaciones con los populares e incluso de haber participado la renovación de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ya que había una cuota de Sumar en el pacto entre Sánchez y Feijóo: «Se ha negociado conjuntamente en proporción con los votos y los representantes» que PSOE y Sumar poseen dentro del «bloque progresista», aseguró la vicepresidenta Yolanda Díaz, que evitó desvelar sus propuestas. Horas después de darse a conocer el acuerdo, fuentes de la coalición confirmaron que se trataba de Carlos Hugo Preciado, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, y la fiscal Inés Herreros, que está en Memoria Democrática.

Sin embargo, creyeron que se trataba de una solución «a medio camino» y pidieron al PSOE que no se «autoengañe» con el PP de Feijóo porque no es un «socio de fiar». En palabras de su portavoz, Íñigo Errejón, lo que se consigue con el pacto para renovar el CGPJ es que los populares dejen de «secuestrar» el órgano de gobierno de los jueces tras cinco años de incumplimiento de la Constitución, además de lograr que acepten un texto «prácticamente idéntico» al que rechazaron en 2022 y sin conseguir su aspiración de que los «jueces se autoelijan».

También avisaron que el pacto con el PP es tan sólo el «punto de partida», ya que continuarán reivindicando medidas para evitar que el bloqueo del CGPJ vuelva a repetirse, apuntando a una reforma en el sistema de acceso a la carrera judicial para terminar con la «endogamia» y los «sesgos de clase». Algo que «no se hará con el PP», que sigue sin renunciar a que sean «los jueves los que elijan a los jueces», sino con sus aliados de investidura -algunos de los cuales, como es el caso de PNV, ERC, Junts y Podemos, expresaron su rechazo al acuerdo- al igual que todas las medidas de avance social: «Si se sacan, se sacan con la mayoría democrática», sentenciaron.

Pero el malestar en Sumar fue in crescendo. Apenas un día después de dar a conocer el acuerdo, el miércoles 26 por la tarde, PSOE y PP registraron la proposición de ley para reformar la LOPJ, solicitando que se tramitara por la vía urgente sin posibilidad de presentar enmiendas (uno de los motivos que también han llevado a los de Díaz en el Congreso a la abstención, explican en el citado comunicado). Fue entonces cuando dejaron en el aire su apoyo a la reforma del CGPJ. Los socios de Gobierno mostraron su enfado por no haber sido informados del registro y sobre todo, por no haber podido revisar previamente el texto antes de cerrarlo: «No son formas», lamentó Errejón en declaraciones a los medios, a la vez que añadió que éste no era «el mejor camino para la mejor relación con nosotros».

Un descontento que mañana jueves se traducirá en la abstención de los 31 diputados del Grupo Plurinacional Sumar en el Congreso en la primera votación para la reforma del CGPJ y en una nueva grieta en el Gobierno de coalición a pesar de tratarse de un decisión de poco calado, ya que, en caso de que hubiesen decidido votar en contra, esto no afectaría al rumbo de la votación, pues los 121 parlamentarios del PSOE y los 137 del PP bastan para sacarla adelante.