EA sigue los pasos de ANV al dejarse engullir por Batasuna
La estrategia de Urizar es echarse en manos del mejor postor
Su oportunismo político ha llevado a Eusko Alkartasuna a quedar absorbida por la actual estrategia de una «izquierda abertzale» que, a día de hoy, sigue sin condenar a ETA y su actividad terrorista. Su fulaneo político ha llevado a la formación de Pello Urizar a ... echarse en brazos de diferentes partidos en tanto en cuanto la cita con las urnas sea en el País Vasco, Navarra o Francia.
ETA-Batasuna lleva camino de engullir por la vía de la absorción a EA como antes lo hizo con el PCTV o con ANV. Pero el caso de EA es de mayor gravedad porque se trata de una formación que proviene del marco democrático mientras que las «nekanes» y compañía, salvo por motivos coyunturales, nunca se han ido del todo de la órbita terrorista. De hecho, Eusko Alkartasuna fue hasta anteayer socio del PNV en el Ejecutivo vasco y ahora se dispone a reflotar a Batasuna cuando el brazo político de la banda es una embarcación a la deriva. Si prospera el fulaneo político del partido fundado por Carlos Garaikoetxea, ¿cómo se llamaría la nueva marca electoral de ETA? ¿Eusko Batasuna? ¿EANV? ¿Herri Alkartasuna?
Chalaneo
¿Cómo una formación que dice defender los intereses de, al menos, sus militantes puede ir en Navarra de la mano de la Nafarroa Bai de Patxi Zabaleta, «el traidor», según sentenció en su día ETA? ¿Cómo al mismo tiempo puede echarse en brazos de Batasuna en el País Vasco? ¿Y cómo pudo apoyar la alianza electoral Batasuna-Abertzaleen Batasuna para las elecciones regionales francesas del pasado mes de febrero? ¿Cómo, al final, se presentó en las urnas con los Verdes (Europe Écologie)? De ahí, que la estrategia de EA no reciba otro nombre que el de fulaneo político.
Además, los analistas consultados por ABC creen que Eusko Alkartasuna va a pagar un elevado coste por su último chalaneo político. Si prospera su entrega sin condiciones a la estrategia de la «izquierda abertzale», acabará engullida por una ETA-Batasuna sin futuro. Pero, si por el contrario, en la actual coyuntura la banda dinamita este «matrimonio de conveniencia» con un atentado, el partido de Urizar no tendría más remedio que escenificar su desmarque, pero tocado ya de muerte política.
Cuando la banda asesinó al empresario Ignacio Uria, «uno de los nuestros», en el momento en el que comenzaba esta aproximación, los más sensatos de EA se plantaron con un «hasta aquí hemos llegado» y aprovecharon la posterior debacle en las últimas elecciones autonómicas vascas para formar a Hamaikabak. Si ETA ahora dinamita el actual chalaneo, abandonarían incluso muchos de los que en un principio se han dejado engañar por la supuesta «reconversión pacifista» de Batasuna.
Sería, por tanto, la derrota política de Pello Urizar, que desde un principio se ha mostrado dispuesto a la «opa» de ETA-Batasuna. Urizar, que ya apoyó a la «izquierda abertzale» en el acto que celebró en Baracaldo durante la tregua-trampa, nunca ha dudado en tender sus manos al mundo proetarra. Uno de los casos en los que quedó más en evidencia su apoyo fue cuando se intentó desalojar de la alcaldía de Mondragón (Guipúzcoa) a Inocencia Galparsoro, de ANV, a raíz del asesinato el 7 de marzo del ex edil socialista Isaías Carrasco. En esa ocasión, la abstención de Eusko Alkartasuna fue más que suficiente para que quedara frustrada una moción de censura contra la primera edil del consistorio por negarse a condenar el asesinato perpetrado por la banda terrorista ETA.
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