Sánchez pidió a Rajoy una bajada del IVA del pescado que ahora niega a Feijoo

Los socialistas expusieron entonces como argumentos la caída en la ingesta de este alimento y el IVA reducido (5-6 por ciento) que otros países europeos aplican a este tipo de productos frente al 10 por ciento que se abona en España. Dos razonamientos que siguen plenamente vigentes hoy y que elevan ahora la incoherencia del discurso antibajadas de impuestos por el que está apostando el jefe del Gobierno para rechazar la ofensiva de bajadas fiscales lanzada por el PP.

Es más, en el caso de la caída del consumo del pescado, el problema se ha agudizado desde 2017 ya que la ingesta de este alimento cayó el año pasado en España a niveles más bajos a los de entonces (1.051 millones de kilos en 2021 frente a los 1.132 de 2016 denunciados por los socialistas). Y a ese descenso hay que añadir la caída que se está produciendo este año como consecuencia del aumento de la inflación. Según los datos del Ministerio de Agricultura, las familias españolas han consumido ya un 15,3 por ciento menos de pescado en los últimos doce meses. En cuanto a la comparativa fiscal europea, no ha habido cambios al alza y la mayoría de países mantiene un tipo de IVA reducido para este alimento.

Para apoyar su razonamiento, los socialistas también aludieron al incremento de los precios en los años precedentes, que es inferior al actual por la elevada inflación. «La crisis económica y los elevados precios, están llevado a un consumo cada vez menor de estos productos del mar. Tenemos que apoyar una alimentación sana, por ello desde las administraciones se tiene que potenciar el consumo de pescado», exigían los socialistas, recordando que este alimento «aporta nutrientes de alta calidad necesarios en una dieta sana y equilibrada».

Además, la iniciativa socialista de 2017 contradice el discurso del Gobierno en otro punto: el marco comunitario. Y es que mientras María Jesús Montero dice hoy que Bruselas no acogería bien las bajadas de IVA a alimentos esenciales como el pescado, los socialistas defendían entonces la viabilidad de esta medida. «El artículo 98 de la Directiva 2006/112/CE prevé que estados miembros pueden aplicar uno o más tipos reducidos a las entregas de bienes que figuran en el Anexo III de la mencionada Directiva», subrayaba la exposición de motivos de la proposición.

«Entre los productos que se indican están los productos de la pesca, por lo tanto, es factible desde el punto de vista jurídico poder aplicar un IVA reducido», recalcaban los socialistas en 2017. En esta línea, abundaban que la medida no chirriaría en Bruselas porque «en nuestro entorno europeo, la mayoría de los países aplican un tipo impositivo del IVA del 5-6 por ciento, con el objetivo de promocionar su consumo (de pescado)», añadía el texto.

La iniciativa socialista continuaba exigiendo que «el Ministerio de Agricultura tiene que apostar, por un lado, por potenciar una dieta saludable y a la vez fortalecer al sector pesquero, que está viendo mermada sus ventas cada año y tiene que dejar de ver este alimento como un refresco, en cuanto a su tributación», añadía la iniciativa, en alusión al IVA del 10 por ciento vigente entonces para ambos productos. El Gobierno socialista, sin embargo, se aferra ahora al discurso inverso. Además de acusar a Feijóo de promover el «populismo y vaciamiento fiscal» asegura que «bajar impuestos no aumenta la recaudación». «Todo lo contrario, es una teoría interesada que beneficia a una minoría, la que ellos protegen», ha atacado María Jesús Montero tras la petición del presidente popular. Un discurso del que cada vez más barones socialistas se están desmarcando. La citada proposición no de ley aparece firmada por el entonces portavoz del Grupo en el Congreso, Rafael Simancas, hoy secretario de Estado de Relaciones con las Cortes. Y también pedía a Rajoy la realización de «un estudio en profundidad de los tipos impositivos (IVA) aplicados al pescado en otros países miembros, en su caso, que determine cómo afecta a la competitividad del sector español en comparación con los del resto de países». Los socialistas no llegaron a elevar esta iniciativa antes de la moción de censura que sacó a Mariano Rajoy del Gobierno, y una vez que Sánchez llegó a La Moncloa la guardaron en un cajón y acabó caducando cuando se convocaron las elecciones anticipadas de 2019. El PSOE no la ha vuelto a impulsar y tras la respuesta dada ahora a Feijóo parece evidente que no tiene ninguna intención de hacerlo.

En 2016, con el PSOE dirigido por la gestora, los socialistas registraron otra proposición de ley para promover un cambio normativo a nivel comunitario que permitiera rebajar al 4 por ciento el impuesto aplicable a los tampones, compresas, salvaslips, pañales infantiles y para adultos, «considerando su carácter de bienes de primera necesidad». Los socialistas también pedían que esta rebaja se aplicara a los preservativos «con el fin de facilitar el acceso a estos productos y contribuir así en mayor medida a la prevención del VIH y de enfermedades de transmisión sexual, así como de embarazos no deseados». Hasta que Bruselas autorizara ese descenso al 4 por ciento, los socialistas pedían que Rajoy aplicara un IVA del 5,5 por ciento a estos productos. El Congreso dio luz verde a la iniciativa aunque esa bajada aún no se ha producido.