Sánchez defendía en 2018 una mayoría reforzada para elegir al presidente de EFE

Pero, además, supone una nueva enmienda a lo que el PSOE y Pedro Sánchez habían defendido con anterioridad. Apenas unas semanas antes de llegar al Gobierno la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE impulsaba una resolución par «avanzar en neutralidad, sostenibilidad, modernidad y rentabilidad social del servicio público esencial que presta la CRTVE y en la desgubernamentalización de la Agencia EFE».

La resolución se centraba especialmente en lo relativo a RTVE. Recordaba que unos meses antes se había aprobado una proposición de ley del Grupo Socialista para recuperar la elección por mayoría cualificada en el Parlamento del presidente y del Consejo de Administración de la corporación de la radiotelevisión pública. Abordaba algunas cuestiones adicionales y en un párrafo incluía lo siguiente: «Un modelo que se pretende extender a la Agencia EFE. En este sentido, el Grupo Parlamentario Socialista presentará una proposición de ley en la que se regule la elección de su presidente por una mayoría cualificada del Congreso de los Diputados y su comparecencia mensual ante la Comisión Mixta Congreso-Senado de Control Parlamentario de RTVE, que debería cambiar su denominación».

Tras haber estado ya más de cinco años en el Gobierno, Pedro Sánchez se dispone a nombra a su tercer presidente de EFE sin haber abordado esta reforma. Actualmente el nombramiento corresponde al Consejo de Ministros. Antes de su designación, y de acuerdo con la Ley Reguladora del Ejercicio del Alto Cargo de la Administración General del Estado, «se comunicará al Congreso el nombre de la persona propuesta para que comparezca ante la Comisión Constitucional. Los diputados podrán formular las preguntas y solicitar las aclaraciones que crean convenientes. A continuación la comisión se pronunciará sobre si aprecia la idoneidad de la candidatura o la existencia de conflicto de intereses». Pero en última instancia no es vinculante.

El primero de los presidentes que nombró Sánchez fue Fernando Garea, una figura muy reconocida en la profesión, y que durante su mandato defendió públicamente que una reforma de estas características debía llevarse a cabo para garantizar el carácter independiente de la Agencia EFE. De hecho en esa comparecencia en el Congreso fue avalado por todos los grupos. Algo que ya no sucedió cuando el Gobierno decidió cesarlo y proponer a Gabriela Cañas. PP y Ciudadanos le solicitaron en su comparecencia explicaciones por el cese de Garea. Vox ya decidió votar en contra de su idoneidad y grupos como Bildu y ERC se abstuvieron.

Precisamente fue Oliver quien siendo secretario de Estado de Comunicación citó a Garea en un Rodilla para comunicarle que iba a ser cesado. Garea escribió tras su salida un mensaje en sus redes sociales en la que advertía de que «una agencia pública de noticias no es una agencia de noticias del Gobierno, ni siquiera una agencia del Gobierno». A buen seguro Oliver se enfrenta ahora a una comparecencia en el Congreso que no tendrá la unanimidad que obtuvo en su día Garea. Incluso desde Sumar se han manifestado salvedades. Íñigo Errejón ha dejado escrito que siendo una decisión legal y legítima desde luego no es estética.

Oliver fue el primer secretario de Estado de Comunicación de Sánchez entre junio de 2018 y julio de 2021. Durante su mandato tuvo que gestionar la cobertura informativa de la pandemia del Covid-19, donde adquirió un gran protagonismo y visibilidad. Uno de los episodios de aquellos tiempos tuvo que ver con la revuelta del conjunto de la profesión periodística para que se pudiera arbitrar un sistema para hacer preguntas de manera telemática, ya que durante los primeros días del confinamiento el método elegido para hacer cuestiones le confería a Oliver el poder de escoger qué preguntas hacer de todas las que le habían llegado. Abandonó su puesto tras más de tres años acumulando mucho desgaste. Tras su marcha volvió a Mediaset, pero sin mucho foco. A día de hoy mantenía buena relación con quien fuera su jefe.