Feijóo mantiene su desconfianza sobre la reunión con Sánchez: «No vamos a picar el anzuelo»
El PP insiste en que no se le ha comunicado por escrito qué asuntos se quieren abordar y eso es imprescindible
El PSOE critica las reticencias de Feijóo con Sánchez tras el pacto con Otegi en Navarra

El Partido Popular asegura que no ha recibido ni por escrito ni por teléfono una respuesta formal de La Moncloa sobre qué asuntos quiere abordar el presidente del Gobierno en la reunión que pretende celebrar con Alberto Núñez Feijóo. Pese a que los ... socialistas hablan de tres asuntos concretos y los han manifestado públicamente, los populares reclaman que todo quede fijado en un orden del día formal y público.
La posibilidad de que la reunión finalmente tenga lugar sigue sin coger temperatura. «Es una vergüenza y una falta de cortesía que se anuncie a través de los medios que se quiere reunir», volvió a criticar este lunes el portavoz del PP, Borja Sémper. Los populares consideran «poco profesional» que se hable de fechas y del contenido a tratar. Las fechas que planteó el equipo del presidente fueron el 18, 22 y 29 de diciembre. Sémper insistió en que a ellos no les habían «dicho de qué temas quieren hablar».
El PP se mueve en esta cuestión en un complejo equilibrio. El profundo rechazo a Sánchez y la necesidad de preservar una esencia institucional. Por eso nunca se llega al punto de rechazar la reunión. «Nosotros somos un partido institucional. No rechazamos sentarnos a hablar de los intereses generales de España», dijo Sémper. Pero a la vez quieren proyectar que cualquier entendimiento es limitado, quirúrgico.
Porque lo que interpreta el PP es que el planteamiento de La Moncloa es «pura táctica», un intento de Sánchez por vender centralidad después de sus pactos y en pleno arranque de la ley de amnistía. «Nosotros no vamos a picar este anzuelo. No vamos a aceptar una táctica torticera», señaló Sémper. Lo cierto es que la sensación en el PP es que no se dan las condiciones para reunirse con el presidente y que en su propio espacio esto es algo que se entendería. Desde que se habla de esta posible reunión se han conocido dos hechos que alejan todavía más al PP. La moción de censura en Pamplona para que Bildu gobierne en Pamplona en detrimento de UPN y la noticia de que habrá reunión entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont.
Pero pese a esa duda estructural, en Génova no quieren cerrar la puerta al encuentro, pues saben que la estrategia del PSOE tiene dos aristas. La primera es atraerlos a una reunión que en cierta forma normalice sus actos a ojos de un parte de los electores. La segunda es sacar rédito de un eventual rechazo del PP al encuentro, que es la parte que los socialistas vienen ya días activando ante los recelos de los populares a fijar sin más condición el encuentro. «No vamos a renunciar a ningún espacio. Pero necesitamos saber de qué quiere hablar el Gobierno. Si esto no sucede interpretamos que lo quieren es enredar», insistió Sémper.
Aseguran en el PP que desde la llamada que tuvo lugar entre Óscar López y Marta Varela no ha vuelto a haber comunicación. Lo que interpretan como un claro indicio de que el Gobierno sólo quiere usar este asunto como elemento de confrontación. Insisten que por mucho que los temas que Sánchez quiera tratar sean públicos, ellos quieren que todo conste por escrito. El motivo es protegerse de eventuales encerronas durante la cita.
La posibilidad de acuerdo es altamente improbable dado que el PP ya se ha pronunciado sobre los tres temas planteados por Moncloa
La posibilidad de acuerdo, en cualquier caso, si llega a producirse la reunión, es altamente improbable. En los tres temas que Moncloa ha trasladado a los medios que quiere abordar ha contestado ya el PP con sus posiciones. Respecto a la reforma del artículo 49 de la Constitución, el PP quiere garantías de que los socios de Sánchez no usarán el formato para introducir otras cuestiones ni para un forzar un referéndum.
Sobre la reforma del sistema de financiación autonómica la posición del PP es muy clara y es que no es el foro adecuado para abordarse, sino que debe hacerse en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Y sobre el CGPJ los populares aceptan reformar ya el órgano si en paralelo ambos partidos inician el proceso parlamentario para reformar la ley, algo que rechaza el PSOE.
Además de que se rechaza la posibilidad de crear una comisión de trabajo entre ambos partidos por entender que el formato pretende normalizar estos encuentros al margen de los cauces parlamentarios, en sintonía con los pactos con los independentistas.
Los pactos con Bildu
Por otra parte, el PP anunció este lunes que presentará mociones en todos los ayuntamientos de España contra el pacto del PSOE con Bildu que dará la Alcaldía de Pamplona a la coalición de Arnaldo Otegi. Se trata de una estrategia como la seguida con la amnistía para retratar al PSOE en todas las localidades de España y darle dimensión nacional a la causa. «No se pueden levantar muros con partidos que pretenden demoler la España constitucional», dijo Sémper.
Tras la reunión del Comité de Dirección, Sémper reclamó a los socialistas dar «marchas atrás en la moción de censura en Pamplona». El portavoz de PP consideró que «no se puede premiar a quien sigue diciendo hoy en día que ETA tuvo razón de ser», algo además que los populares plantean que solo responde a «los intereses aritméticos de Pedro Sánchez». Semper criticó «la ausencia de límites» del presidente y recordó que Bildu hace pocas semanas se negó a condenar profanación de la tumba de Fernando Buesa. El portavoz del PP denunció que se está «pasando la página más oscura de la historia sin haberla leído».
A pesar de la ausencia de reciprocidad, Sémper dijo que ellos no dudarían en apoyar a los socialistas para evitar que Bildu gobierne, como ya hicieron en Vitoria tras las pasadas elecciones municipales. «Nosotros vamos a seguir apostando allí donde tengamos oportunidad por quitar alcaldías a Bildu».
Sémper denunció que con Sánchez «no hay línea roja alguna» y que «cada semana se supera lo insuperable». El PP afirma que «una cosa es que Bildu pueda estar representado y otra muy diferente es que la gobernabilidad del país dependa de Arnaldo Otegi y EH Bildu». El objetivo de estas mociones es retratar y buscar el posicionamiento de los concejales del PSOE «en toda España» y que se pronuncien sobre algo que antes era el propio Pedro Sánchez el que rechazaba, por lo que el PP considera que es «una inmoralidad política».
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