La Princesa Leonor, tras su primera recepción en el Palacio Real: «Estoy muy bien, muy contenta»

Una vez terminados los saludos iniciales, los Reyes se dividieron por los salones donde se desarrolló el coctel para conversar con todos los asistentes. La Reina Letizia no se separó de la Princesa de Asturias. Comenzaron en el salón de columnas y terminaron en el comedor de gala, pasando por alabarderos. Felipe VI, por su parte, lo hizo al revés.

La Princesa Heredera reconoció estar «muy bien, muy contenta» en su primera recepción del 12 de Octubre en el Palacio Real. Comentó además, que está muy feliz en la Academia General Militar de Zaragoza, donde se adaptó muy rápido y está muy integrada y aprendiendo todo el tiempo sobre temas muy distintos y difíciles, ya que lo que estudia no deja de ser una ingeniería. «Está siendo muy interesante», afirmó.

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Dijo la Princesa que está deseando que llegue la próxima semana, donde no faltará a su cita a la entrega de Premios Princesa de Asturias. Allí, además, la Heredera de la Corona se encontrará con su hermana la Infanta Sofía, que adelantará las vacaciones en el internado de Gales dos días para poder estar con ella en Oviedo.

La hija mayor de los Reyes estuvo muy atenta a todos los invitados y muy sonriente. Se hizo fotos con todos los que se las pidieron y se la veía realmente feliz por este nuevo papel que está asumiendo, a pocas semanas de que jure la Constitución ante las Cortes Generales.

Mientras el Rey se cambió para el besamanos y fue vestido con traje de chaqueta, ella mantuvo el uniforme del Ejército de Tierra. Se alegró especialmente cuando en el segundo pase de invitados se encontró con siete de sus compañeros de segundo curso de la Academia General Militar.

Esta recepción en el Palacio Real es la más multitudinaria que organiza la Casa de S.M. el Rey en todo el año. Desde el departamento de protocolo se cursaron 2.500 invitaciones, entre las que se encontraban los representantes de los poderes del Estado, además de presidentes de las Comunidades Autónomas, el Cuerpo Diplomático acreditado en España, líderes de partidos políticos, alcaldes de las capitales de provincia...

Durante este besamanos, los Reyes dieron el pésame a la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, por los recientes ataques de Hamás. Un poco más adelante, Ione Belarra lucía un pañuelo bordado por mujeres palestinas. Asistieron también personalidades del mundo de la cultura, educación, y ciencias sociales; además de empresarios y un nutrido grupo de representantes de medios de comunicación. Todos ellos disfrutaron de un cóctel en el que no faltaron alcachofas con jamón, además de quesos, jamón y vieiras, entre otras frivolidades. Regados con tres vinos de Castilla y León, del grupo Heredad de Urueña. Fue la tercera vez que esta bodega se encargaba de los vinos para este acto.

Debido al alto número de invitados, que en esta ocasión fue superior al de otras recepciones, este año fue necesario habilitar tres salones para la recepción. De ahí que, tras saludar a los Reyes y a la Princesa Leonor, desde Patrimonio Nacional y la Casa de S.M. el Rey, distribuyeran a los invitados entre el salón de Columnas, el comedor de gala y el salón de alabarderos.

Pasadas las cuatro del mediodía, los Reyes y su hija Leonor todavía seguían en el Palacio Real hablando con todos los asistentes. Terminada la recepción, la Princesa de Asturias emprendió el camino de vuelta a Zaragoza.