elecciones en galicia 18F
El PP se juega el feudo de su líder y Sánchez se ofrece de muleta al nacionalismo
Arranca la campaña de unas autonómicas con muchas claves de alcance nacional
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Elecciones Galicia, en directo: arranca la campaña de las autonómicas gallegas hoy
El 70% de los gallegos confesó al CIS que decidirá el voto de estas elecciones autonómicas en base a los temas propios de Galicia, sin dejarse distorsionar por las cuestiones de índole nacional. Y, sin embargo, este 18F tendrá efectos en la política española ... sea cual sea su resultado, por la implicación de los principales líderes y las consecuencias que para la estabilidad del país pueda tener la victoria de unos u otros.
El feudo de Feijóo
El líder nacional del PP no se presenta por primera vez en veinte años a unas autonómicas, pero es probablemente el que más se juega. Génova tiene plena confianza en Alfonso Rueda, número dos de Feijóo durante su etapa en la Xunta, y las encuestas -salvo el CIS de Tezanos- no hacen vislumbrar un escenario de cambio. El expresidente gallego se volcará en su tierra, donde el pasado 23J consiguió uno de los mejores resultados de toda España. No tiene previstas malas noticias en Galicia, pero si sucedieran, el ruido interno en el PP se elevará muchos decibelios. No es un escenario que se contemple y Feijóo va a arrimar el hombro haciendo una campaña de mucha calle y pueblo pequeño, cediéndole el grueso de los focos al candidato.
El PP gallego, además, ha tocado a rebato tras la 'crisis de los pélets', cuando el vertido plástico intentó convertirse desde la izquierda en una crisis similar al Prestige. Tras una respuesta inicial titubeante, los populares han pasado a la ofensiva, con determinación, y pretenden exhibir músculo en esta campaña.
La implicación de Sánchez
El presidente del Gobierno se juega más de lo que parece. Es cierto que su Partido Socialista de Galicia (PSdG) parte como tercero, a cuatro puntos y cinco diputados del Bloque Nacionalista Galego (BNG), una distancia que no parece que vaya siquiera a recortarse, lo que le aboca, en el mejor de los casos, a ser muleta de los nacionalistas para arrebatar el poder al PP. Pero el candidato Besteiro es un hombre de Sánchez desde los tiempos del pulso con Susana Díaz por el control del PSOE. Sánchez y su Gobierno se están volcando de la manera más explícita posible con el aspirante socialista, no solo con su presencia casi constante en Galicia para arroparlo, sino abriendo la cartera y realizando anuncios con cargo al presupuesto. Si, como pronostican varios sondeos -entre ellos el de GAD3 para este periódico-, el PSOE no solo no recupera fuerzas sino que sigue excavando su propio suelo, la derrota también salpicará al inquilino de La Moncloa.
El BNG y el voto útil
Uno de los vencedores de estas elecciones será con toda probabilidad el BNG de Ana Pontón. Las encuestas confirma su consolidación como segunda fuerza política en Galicia. En las últimas semanas, además, la demoscopia está detectando una fuga constante de votantes de PSOE y Sumar hacia el Bloque. Un tercio de quien votó socialista el 23J y más de la mitad de quien lo hizo por Yolanda Díaz le dijeron al CIS que el 18F se decantará por Pontón. La subida del BNG se explica por la caída socialista, en un modelo de vasos comunicantes.
Las claves del auge nacionalista son varias. Su líder, con veinte años de trayectoria en el Parlamento gallego y ocho como rostro de la organización, está más que asentada y ha impregnado un barniz aparentemente moderado al antaño antipático Bloque. Tras las formas suaves, sin embargo, late la formación soberanista de toda la vida, aliada electoral de Bildu y ERC en las europeas. Pontón ejerce de rostro amable y va a llevar con toda probabilidad al BNG a un porcentaje histórico de apoyos.
¿Y Yolanda Díaz?
La vicepresidenta también empeña una parte de su capital político en estas elecciones. Intentó que el candidato fuera Martiño Noriega, exalcalde de Santiago en la legislatura de las mareas populistas, pero este no solo se negó sino que firmó una suerte de reconciliación con el BNG. El segundo plato ha sido Marta Lois, la ya exportavoz de Sumar en el Congreso, un puesto en el que no despertó excesivo entusiasmo interno. Amiga íntima de Díaz, no le supo rechazar la oferta. El BNG les hurta buena parte de su electorado, aunque Sumar asegura que su propósito es movilizar al votante abstencionista de izquierdas.
Vox y Podemos, a cero
No va a haber buenas noticias para verdes ni morados. Falta de estructura interna, desaparecidos durante la legislatura, candidatos de último minuto, sin espacio electoral... Ni el previsible desembarco de Abascal salva a Vox del naufragio. Su votante sabe que el escaño está muy difícil con el umbral del 5%, y es probable que le preocupe más un Gobierno nacionalista de verdad y no del PP, voto útil de la escasa derecha gallega que todavía no les vota.
La incógnita de Jácome
El peculiar partido del alcalde de Orense, Democracia Orensana, es una de las incógnitas de esta campaña. Si repitiera los 18.000 votos del 28M se aseguraría hasta dos escaños. Pero su 'punch' no parece extenderse a estas autonómicas. Las encuestas no tienen claro si entrará o no en el Parlamento gallego, aunque sí coinciden en que el perjudicado no sería el PP sino el BNG, por lo que la mayoría conservadora no estaría en riesgo. Ahora bien, no hubo encuesta que acertara con Jácome el pasado mayo: su voto oculto escapa a la demoscopia.
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El 18F no es tampoco una fecha cualquiera: la última semana de campaña coincide con el grueso de los carnavales orensanos. Ojo a la participación.
El termómetro lucense
Lugo no es una circunscripción cualquiera. Concurre por ella el candidato socialista. En 2020 el PP logró nueve diputados y un 54% de votos, por solo dos del PSOE. Lo normal es que ese noveno escaño regresara a manos del PSdeG. Pero en las generales, también con Besteiro de cabeza de lista y con una alta participación, el PSOE patinó y cedió uno de sus dos escaños al PP, que volvió a superar el 50%. Los sondeos confirman la fortaleza de los populares en esta provincia. Si a guantaran ese noveno escaño, su porcentaje volvería a estar por encima del 54%, síntoma claro de que el partido en Galicia estaría en condiciones de revalidar la mayoría absoluta con holgura.