Besteiro juega la carta de su «influencia» en Sánchez para atraer a los votantes de izquierda

Ha sido un acto en plena calle, en la plaza Santamaría de la ciudad amurallada, donde el frío se hacía patente tanto en las caras de los asistentes como en las intervenciones de quienes se han subido al atril. Entre ellos, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha presentado a Besteiro como el presidente que Galicia necesita, frente a un gobierno autonómico del PP que lo único que busca es «confrontar» con el Ejecutivo del que ella forma parte.

El mitin de Besteiro ha sido un ida y vuelta sobre tres ejes: sus previsibles dardos hacia el PP de Alfonso Rueda, que «no quiere que nada cambie; los mensajes implícitos al BNG, partido al que aludió de forma indirecta repetidamente; pero, sobre todo, Besteiro ha empezado jugando la carta de que es el PSOE quien está al frente del Gobierno de España. «¿Quién va a tener más capacidad de influir en el Gobierno del Estado?», se ha preguntado retóricamente este jueves en Lugo.

«Nosotros lo que queremos es trabajar todos en la misma dirección —Xunta y Gobierno central— para no perder oportunidades», ha reivindicado Besteiro en la plaza luguesa. Pero esa supuesta influencia en el Gobierno de Pedro Sánchez, cuya exhibición a buen seguro será una constante en la campaña que ahora comienza hacia la cita con las urnas del 18 de febrero, ya la había aireado con empeño por la mañana. El líder del PSdeG se atribuyó el logro de una inversión del Gobierno en materia energética que creará 500 empleos en Galicia. «Después de muchos días y muchas horas de trabajo de las dos personas que les hablan, hoy podemos anunciar algo importante para Galicia», dijo con solemnidad Besteiro ante los medios, para presentar el segundo nudo de transición energética justa de España, para As Pontes y Cerceda (La Coruña), que hará posible la creación de 500 puestos de trabajo directos —y otros 4.000 empleos durante la construcción—. A la otra persona que se refería Besteiro era Valentín González Formoso, el líder del PSdeG, que en su momento dio un paso al lado y le puso la alfombra roja para que él volviera a ser candidato a la Xunta tras el calvario judicial al que le sometió la exjueza de Lugo Pilar de Lara, con imputaciones que acabaron archivándose una tras otra. Formoso también le ha secundado en el mitin de Lugo.

Allí, Besteiro ha proclamado que «el cambio en Galicia es posible», pero «llegará de la mano de los socialistas o no llegará», en una apelación indirecta a un electorado de izquierdas que, inspirado en las encuestas, podría pensar que lo mejor es apostar por el 'caballo ganador' del BNG. Frente a los nacionalistas, Besteiro ha reivindicado que el cambio lo representan los socialistas, porque los ciudadanos buscarán un partido «con experiencia de gobierno» y «gente preparada para llevar a cabo ese cambio».

Y más dardos hacia el Bloque, con quien, al fin y al cabo, de una forma u otra tendría que entenderse para formar un gobierno si el PP no consigue su quinta mayoría absoluta consecutiva: «No podemos ser una isla desenchufada de España y desenchufada de Europa, tenemos que estar enchufados al mundo», ha insistido Besteiro.