El PP no acusa desgaste donde gobierna con Vox y gana también en feudos socialistas
Los populares están convencidos de que el «tiempo del PSOE está agotado y el de Sánchez, también» y piden adelanto electoral lo antes posible
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Antes de comenzar la campaña electoral, el Partido Popular ya tenía claro que su músculo territorial, cimentado hace un año en las elecciones municipales, era clave para reconquistar el Parlamento Europeo y mandar un mensaje contundente a Pedro Sánchez. Así se lo transmitieron ... a sus barones autonómicos y también a todos sus alcaldes y concejales. Una red que se extiende por todo el país y que, como anticipaba antes del inicio Esteban González Pons –director de campaña–, se ha revelado fundamental para que los populares tiñeran de azul casi toda España este domingo.
«La moción de censura a Sánchez es esta», afirmaba ayer Borja Sémper mientras exhibía en su mano izquierda un mapa casi monocolor. Porque el PP se impuso el domingo en todas las comunidades autónomas a excepción del País Vasco, Cataluña, Canarias y Navarra y en esta última cedió solo por 2.000 votos. Hasta Castilla-La Mancha y Asturias, donde gobierna el PSOE, cedieron al empuje de los populares, que por primera vez ganaron las elecciones europeas en Extremadura. «No estamos solo ante un fin de legislatura. Ante una legislatura agotada, sino ante un fin de ciclo en el que la política que proyecta el Gobierno no sirve y donde hay una alternativa que se abre paso en toda España. El tiempo del PSOE se ha terminado y el de Pedro, Sánchez también. Está en tiempo de descuento y sus políticas han quedado sentenciadas por esta imagen que refleja el ansia de cambio de toda España», señalaba el portavoz de los populares, mientras repasaba orgulloso los datos que se desprendían del escrutinio. «El PPha ganado en 42 de las 52 provincias, mientras el PSOElo ha hecho solo en 7. El mapa político deEspaña es hoy más azul y si miramos al bloque de la investidura, pierde un 8% desde las elecciones autonómicas».
Para la dirección nacional, el mayor logro no es tanto haber logrado ese apoyo de la ciudadanía como la forma en la que lo han hecho. «Crecemos por el centro. Acaparando el voto descontento con las políticas radicales y desesperadas de Sánchez para mantenerse en el poder. El PP se ha convertido en el auténtico partido de Estado y la gente está premiando la gestión que se está llevando a cabo en las comunidades donde gobernamos», explica a ABC una persona del partido. Ese aumento se produce de manera general en casi todas las comunidades presididas por el PP –solo bajan Madrid, Andalucía, Galicia y, mínimamente, LaRioja–, incluidas las cinco en las que gobierna con Vox.
La alianza con los de Abascal, sellada hace un año en el caso de Extremadura, Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Aragón y hace algo más en Castilla y León no ha producido un desgaste al PP. Al contrario. En Extremadura, María Guardiola logró imponer las siglas del Partido Popular como ganadoras de unas elecciones europeas por primera vez con 2,6 puntos más que en las autonómicas. Mayor fue incluso el apoyo logrado por Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León, donde experimentó una subida de 13 puntos respecto a las elecciones autonómicas de 2022.
«Sánchez ha perdido el plebiscito que planteó, utilizando incluso a su mujer durante la campaña electoral. Se ha especializado en expulsar al voto moderado y Feijóo en recogerlo. Su salida se está cocinando a fuego lento, y aunque se resista, caerá», señalaba ayer Sémper, empeñado en potenciar ese giro al centro del PP que se inició en las elecciones vascas y que tuvo su continuación en Cataluña.
La otra idea que insistían en transmitir ayer desde la dirección de los populares era la del debilitamiento del bloque de la izquierda. Respecto a las generales de hace once meses, pierden un 3,5% de apoyos y todos los socios de Sánchez retroceden sin excepción. Caen autonomías como Asturias o Castilla-La Mancha y bastiones municipales del PSOE como La Coruña, gobernada por la socialista Inés Rey. Hasta en Vigo, donde Abel Caballero acumula mayorías absolutas, estuvo a un puñado de votos de teñirse de azul en las europeas.
Para el PP, esta pérdida de apoyos al PSOE puede traducirse en una legislatura aún más complicada para el Gobierno. «Los socios de Sánchez tendrán algo que decir, porque mientras él mantiene a duras penas los apoyos, ellos se desangran. Los está vampirizando y eso puede hacer que sus exigencias sean más duras en las próximas negociaciones parlamentarias», señala a ABC una fuente cercana a la dirección nacional. De esas exigencias y de la evolución de las investigaciones que se siguen en varios juzgados por el caso Koldo y sus derivadas dependerá en buena parte el futuro de la legislatura, que ayer vivió un nuevo episodio de inestabilidad con la renuncia de Yolanda Díaz al liderazgo de Sumar y también con la elección de Josep Rull (Junts)como presidente del Parlament catalán tras un pacto entre independentistas, lo que complica la investidura de Salvador Illa. Más nubes en el horizonte para un Sánchez, que «solo tomará decisiones en función de sus intereses», sentenció Sémper.