Ángel Víctor Torres niega presiones para comprar mascarillas a la empresa del caso Koldo

Lo cierto es que, aunque con mucha menos tensión, el paso de Torres por la comisión de investigación no ha distado mucho del que protagonizó la presidenta del Congreso, la también socialista Francina Armengol, que acudió a este órgano como expresidenta del Ejecutivo balear. Casi como una réplica de aquella sesión, el expresidente canario ha reconocido en los primeros compases del interrogatorio de sus señorías que conocía a Koldo García, antigua mano derecha del exministro José Luis Ábalos y persona que da nombre a la presunta trama de mordidas en la venta de mascarillas, aunque, como hizo Armengol, dijo que solo se había relacionado con él de manera circunstancial por ser este asesor del Ministerio de Transportes.

De cubrebocas, ha garantizado, nada hablaron. De contratar con una u otra empresa, tampoco. Torres ha admitido que se compraron 5,3 millones de mascarillas a Soluciones de Gestión en abril del 2020 —por más de doce millones de euros— e incluso ha reivindicado que el material llegó y se pagó a un precio más barato del que abonaban otras comunidades autónomas. En su intervención inicial, antes de mencionar a García, ha justificado que se acudiese a empresas inexpertas en la venta de material sanitario porque las que habitualmente se dedicaban a ello no tenían 'stock' ni contactos en China para hacer pedidos de emergencia.

«Nunca jamás se habló de empresa alguna ni de contratación. Eso no se hacía en el Comité de Emergencia Sanitaria. Jamás ordené que se contratara a una empresa o que se dejara de contratar a otra», ha garantizado el ministro de Política Territorial, antes siquiera de que empezasen a preguntarle los diputados. El primero ha sido Bendodo, quien sin éxito, como sucedió en el caso de Armengol, ha tratado de averiguar quién fue la persona del Ministerio de Transportes que ofreció mascarillas vía Soluciones de Gestión al Gobierno canario.

Antes que Torres, ha comparecido su jefe de gabinete y exviceconsejero del Ejecutivo regional, Antonio José Olivera, quien ha admitido contactos con Íñigo Rotaetxe, empresario, apoderado de Soluciones de Gestión y uno de los detenidos en la operación Delorme. El expresidente canario, después, ha afirmado que Olivera recibió una llamada de Rotaetxe en abril del 2020 ofreciéndole mascarillas y que este trasladó la propuesta a los servicios técnicos para su análisis. Armengol y otros miembros de su Gobierno dijeron que ese primer contacto se hizo desde una 'centralita' del Ministerio de Transportes, pero nadie consiguió recordar quién estaba al otro lado del teléfono. Tampoco ha aclarado ahora nadie cómo consiguió Rotaetxe el contacto del entonces viceconsejero de Presidencia de Canarias.

El momento más surrealista de la sesión ha llegado cuando Bendodo ha retado a Torres a enseñarle al presidente de la comisión si en su agenda del móvil figura Ignacio Díaz Tapia, alias Nacho 'Flashback', presunto socio del comisionista Víctor de Aldama e investigado igualmente en la trama. Por supuesto, el expresidente no ha enseñado su teléfono, pero ha garantizado que no conoce de nada a Nacho 'Flashback'. Como un 'flashback', el diputado popular ha recuperado entonces un fragmento del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, donde consta un pantallazo de Díaz Tapia en el que presume de estar hablando con «Ángel Víctor Torres».

«No conozco a este señor ni he tenido ningún contacto con este señor ni con ningún otro sobre ningún contrato», ha insistido Torres, ante lo que Bendodo le ha preguntado por qué, en el mismo documento de la UCO, Nacho 'Flashback' comunica que el exministro de Sanidad Salvador Illa iba a hablar con él. «El señor Illa claro que hablaba con el presidente de Canarias. A mí no me consta haber hablado con ese señor. Jamás encontrará usted ninguna conversación de Ángel Víctor Torres pidiendo que se contrate con una empresa», ha reiterado el expresidente canario, hablando de sí mismo en tercera persona. «Usted no está aclarando nada. O no se acuerda o no conocía a nadie», ha lamentado con sorna Bendodo, antes de que continuasen, sin mayor novedad, el resto de parlamentarios en el uso de la palabra.