Podemos ve «gran sintonía» con ERC y Bildu en el 'sí es sí' y presiona al PSOE

Desde la entrada en vigor de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida como la del 'solo sí es sí', se han producido rebajas de penas a cerca de ochocientos agresores sexuales y más de setenta excarcelaciones. Un efecto que llevó al PSOE a registrar en febrero –cuatro meses después de su entrada en vigor– una reforma de la ley.

Ya en abril, la norma de los socialistas apenas ha superado el primer trámite parlamentario, la toma en consideración, y continúa sin avances. Ese primer escollo, además, lo sorteó gracias al respaldo de PP y Ciudadanos, y con la oposición de Unidas Podemos, ERC y Bildu. Esos dos últimos partidos plantean ahora una veintena de modificaciones, entre las que destacan una definición más amplia del consentimiento y penas más elevadas en agresiones sexuales con violencia, pero por un camino distinto al socialista.

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El PSOE propone, para evitar la revisión a la baja de las condenas, establecer un subtipo penal agravado en casos de «violencia» e «intimidación». Esto, para Podemos, supone regresar al marco anterior –donde se distinguía entre abuso y agresión– y desplazar el consentimiento del centro de la ley.

«Ahora la pelota está en el tejado del PSOE, que tiene que decidir si quiere darse la mano de nuevo con el PP para volver al Código Penal de La Manada o si quiere llevar adelante un acuerdo con la mayoría progresista de la investidura», ha dicho este domingo en Madrid la secretaria general de Podemos, Ione Belarra. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha completado sus palabras desde Trujillo (Cáceres). La reforma de la 'ley del solo sí es sí', en la que su ministerio tuvo un papel clave, debe servir, ha afirmado, «para avanzar» y «no retroceder en derechos de las mujeres».

ERC y Bildu quieren añadir a las circunstancias agravantes la «violencia extrema» e «intimidación», y agregar a la definición de consentimiento esto: «No se deducirá que hay consentimiento por la ausencia de resistencia física o el silencio de la víctima, ni por su conducta sexual previa».