Iriarte (Bildu) defiende una «transición» en un País Vasco que «no tiene capacidad de decidir»

Iriarte, que hoy no tendrá más apoyos que los de su propio partido, decidió someterse a la sesión de investidura para garantizarse más dosis de protagonismo y tener la oportunidad de contrastar su programa con el de PNV y PSE , la coalición que permitirá a Iñigo Urkullu gobernar con mayoría absoluta los próximos cuatro años.

Durante su discurso ha desgranado la batería de promesas que se quedarán por el camino, desde el impulso de un salario mínimo de 1.200 euros hasta la fijación de una jornada laboral de 35 horas. También se ha «comprometido» a dar más liquidez a la industria de forma que «ni una sola empresa viable cierre», así como a fomentar «servicios públicos sólidos» para combatir las «lamentables condiciones laborales miles de trabajadores».

La soberanista ha remarcado su intención de dar pasos hacia una república vasca independiente, un objetivo para el que no se va a «resignar». «Siguen siendo poderosos los que nos repiten "esto es lo que hay" . Si estoy es lo que hay, la respuesta está clara, vamos a cambiarlo», ha advertido.