Page: «Mi posición es minoritaria en el PSOE, pero a lo mejor el día de mañana no lo es»
El presidente de Castilla-La Mancha trata de bajar los decibelios de la polémica asegurando que comparte gran parte de la agenda de Pedro Sánchez, pero manteniendo su discrepancia con la política territorial
El Gobierno critica a García-Page y Feijóo lo defiende: «A los presidentes autonómicos no se les debe humillar»
Ferraz no contempla abrir un expediente a Page tras sus críticas contra el PSOE y la amnistía
Después de que arreciaran esta mañana nuevas críticas por parte de miembros del Gobierno y que, en paralelo, recibiese el apoyo de Alberto Núñez Feijóo, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha pronunciado a su llegada y a su salida a las Cortes regionales. Lo ha hecho pretendiendo buscar un tono más conciliador, pero manteniendo en esencia sus reivindicaciones y su crítica a la política de asociación del Gobierno con los independentistas.
García-Page ha empezado diciendo que ayer ya habló suficiente y que no quería ser «protagonista». Precisamente la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE lo acusaba esta mañana de buscar notoriedad. En este punto Page quiso ser conciliador: «Es una muy buena amiga y está haciendo muy buen política económica». Pero entonces llegó el añadido que impide hablar de rectificacióna alguna: «Coincido y mucho en la política social y económica del Gobierno. Discrepo claramente con el tema territorial y con los independentistas».
El mensaje de fondo es claro, aunque sí ha dado muestras Page de querer bajar la tensión interna: «mi adversario no es ningún socialista, son los independentistas». El barón castellanomanchego, el único socialista con mayoría absoluta, recordaba que lleva desde los 16 años en el PSOE «haciendo todos los esfuerzos del mundo para que el PSOE gane las elecciones, creo que eso no se puede discutir».
Page ha recordado que sus críticas «no son nuevas» y que por tanto no hay un «cambio» por su parte. Y se ha mostrado convencido de que no sufrirá represalias: «En el PSOE que yo empecé a militar se puede opinar, al final no pasa nada». Ha reconocido que él tiene una posición «claramente minoritaria en el PSOE, pero respetable en todo caso porque lo que hoy es minoritario a lo mejor el día de mañana no lo es». Una reflexión muy cruda que evidencia un diagnóstico crudo sobre la capacidad del PSOE de modificar su posición en función del momento.
El presidente autonómico ha dicho no tener constancia de que se haya producido algún contacto por parte de Ferraz o Moncloa. Al menos él no lo ha recibido directamente. Y se ha declarado tranquilo por la situación generada: «Toda la vida he estado tranquilo, solo me pongo nervioso cuando hay que ganar elecciones». Ha reivindicado que se le tiene que permitir decir aquello en lo que no está de acuerdo, que ha cifrado en el 10% de las cuestiones porque él nunca hace esas críticas en clave personal.
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