Page evita poner «la mano en el fuego» por Moncloa en el 'caso Lobato'
El presidente de Castilla-La Mancha pide autocrítica del PSOE tras comer con Sánchez y todos los líderes autonómicos
El PSOE avala el 'lawfare' y denuncia «una cacería humana en sede judicial»
Sevilla
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Iniciar sesiónEl presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha evitado este sábado, en una multitudinaria comparecencia ante los medios de comunicación a la entrada del 41 Congreso Federal del PSOE. Poner «la mano en el fuego» por Moncloa en ... el 'caso Lobato'. «No es recomendable, te quema seguro», ha asegurado con sarcasmo, después de reflexionar sobre el hecho de esa prueba «no la superó nunca nadie. Toda el que la hizo se quemó», ha sentenciado el líder de la federación socialista de Castilla-La Mancha, justo después de compartir una comida con Pedro Sánchez y el líder de los líderes autonómicos del partido.
Preguntado por la comida en sí misma, que según confirman fuentes del congreso ha sido más bien un picoteo informal, de pie, en el propio recinto del Palacio de Congresos de Sevilla, García-Page ha optado por ironizar contestando literalmente: «Pues ha estado buena, que no suele ser habitual en este tipo de catering». Al presidente de Castilla-La Mancha se le convocó para la misma el viernes por parte de la dirección del partido, según confirman fuentes de su equipo.
Por lo demás, el líder de los socialistas castellanomanchegos ha reprochado al partido que no exista mayor autocrítica, después de que la vicepresidenta primera y número dos del partido, María Jesús Montero, tildase de «golpista» a Alberto Núñez Feijóo en sus primeras palabras el viernes en el recinto del cónclave, y horas después de que Santos Cerdán avalase la teoría de que hay un 'lawfare' o guerra sucia judicial contra el Gobierno de Sánchez, una tesis que en sus discursos ante el mismo plenario del congreso federal han reiterado, incluso de manera más clara aún, los líderes de las principales centrales sindicales, UGT y Comisiones Obreras (CCOO), José María Álvarez y Unai Sordo.
«Yo creo que los españoles verían bien que en algún momento, hacia fuera, el PSOE pudiera decir que en algunas cosas nos podemos equivocar. Eso de entrada, no solo es humano, sino que además puede pasar que nos dé credibilidad frente a todas las acusaciones infundadas que se nos están haciendo». Preguntado sobre cuáles serían los puntos de esa autocrítica, García-Page ha señalado a los acuerdos con Junts per Catalunya, a su juicio un partido «de extrema derecha y encima independentista», e incluso «xenófobo en algunos aspectos». O también el hecho de «tener que rendir cuentas con una organización como Bildu».
Además, el presidente de Castilla-La Mancha ha reprochado a Ferraz su discurso hacia el primer partido de la oposición. «A mí, cuando algunos me dicen que hay que insultar más al PP, yo les digo: mira, haced lo que queráis. Yo sé que en España los insultos no dan votos, cuando hay gente que se especializa en insultar al contrario, al adversario. Yo de momento me he especializado en ganarle, que creo que les molesta más que los insultos», ha concluido uno de los cuatro presidentes autonómicos del PSOE, y el único que gobierna aún con mayoría absoluta.
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