Nuevo choque entre PSOE y Podemos por el nuevo crédito para gasto en Defensa

El Consejo de Ministros aprueba hoy 1.017 millones de euros para el Ministerio de Defensa. Es la primera inyección económica en Defensa tras la Cumbre de la OTAN, en la que España se comprometió a destinar antes de 2029 el 2 por ciento de su PIB; pasar de 14.218 millones a unos 28.000. «El presidente del Gobierno ha sido claro y diáfano en relación al compromiso europeo», explicaban ayer desde el Ejecutivo. El choque entre Díaz y la parte socialista del Ejecutivo empezó a raíz de unas declaraciones de Robles a las críticas de la líder de Podemos y ministra de Podemos, Ione Belarra.

A primera hora del día, la ministra de Podemos dijo que «gastarse el dinero en armas por exigencia de una potencia extranjera en lugar de invertirlo en una mejor sanidad, mejor educación y más protección social, no forma parte de los presupuestos que nuestro país necesita». La titular de Defensa contestaba entonces interpelando a Díaz y preguntándose si iba a salir ella a decir que «se dejen de construir fragatas en Ferrol», su localidad, en referencia a los astilleros de Navantia.

Al final de la tarde, la vicepresidencia tenía palabras para Sánchez y para Robles, y eso que en lo relativo al gasto militar ha intentado ser prudente para evitar la confrontación. «Las formas en política son muy importantes, creo que en materias de tanta sensibilidad, como es la Defensa de nuestro país, deben de tomarse de forma adecuada con respeto a los aliados y con respeto democrático a las Cortes Generales, porque las fuerzas de la oposición tienen derecho a saber lo que se está haciendo», lamentó Díaz. Fuentes de la parte socialista del Gobierno explican que «todos los departamento ministeriales fueron informados» en la Comisión de Secretarios de Estado y Subsecretarios de la semana pasada «sin que se produjera ningún tipo de intervención en contra».

La Cumbre de la OTAN y la tragedia de Melilla han permitido en los últimos días que se vea con mayor claridad el reparto de papeles en Unidas Podemos. Belarra ha asume una actitud de oposición interna contra su propio Gobierno como se vio ayer que conjugó con el papel moderado que representa la vicepresidenta Yolanda Díaz para construir su proyecto amplio. No es una estrategia nueva; llevan así desde el principio de la coalición de Gobierno. Pero la crisis migratoria, el pacto para ampliar la base de Rota y el compromiso del gasto en Defensa acentúan sus roles porque coinciden a cuatro días de que Díaz lance su plataforma Sumar. Sin embargo, Díaz tuvo que reaccionar ayer porque Robles la interpeló directamente. «El acuerdo de 1.000 millones de euros más para Defensa nada tiene que ver, y bien que lo siento, con la carga de trabajo para mi comarca de Ferrol», respondió a Robles visiblemente molesta. La vicepresidenta apenas hizo declaraciones durante la Cumbre de la OTAN la semana pasada; no participó en ningún acto oficial ni se dejó ver tampoco en las convocatorias críticas. Su entorno explicó que le había coincidido con una intervención médica. Tampoco estuvo en la sesión de control al Gobierno.

Díaz sí puso hace una semana un tuit sobre que había que investigar el fallecimiento de 23 inmigrantes en el asalto a la valla. Y ayer reiteró que no está a favor de elevar el gasto militar. Preguntada en un acto por la mañana, Díaz llamó a la «calma» para afrontar la negociación de los Presupuestos Generales con «la tranquilidad necesaria». Volvió a mostrar su negativa a elevar el gasto militar sin palabras gruesas: «La posición creo que en esta materia es conocida, es clarísima y la he expresado hace bastantes meses».

Concretamente, el 15 de marzo advirtió al PSOE de que la prioridad era otra; ayer lo repita: «Incrementar los presupuestos de investigación, educación, sanidad y otras materias que son de especial interés en una crisis». Pero en perspectiva general Díaz apenas tuvo presencia mediática la semana pasada. Escapó de la confrontación con el PSOE y la tensión por la OTAN.

A pocos días de empezar su proyecto, Díaz es discreta y se parapeta en su futura plataforma. La que determinará no solo el futuro de la izquierda, sino que podrá ser la llave para que Sánchez siga gobernando. El viernes, cuando la Cumbre de la OTAN ya era periódico de ayer, Díaz anunció el acto de presentación de su plataforma Sumar el próximo día 8, logo y redes sociales.

Por su parte, Belarra encarnó ayer su papel de partisana contra el PSOE dentro del Gobierno. Reunió al Consejo de Coordinación Estatal de Podemos para fijar las prioridades del partido en los Presupuestos de 2023; y en su discurso criticó los volantazos del presidente y el «seguidismo» a Estados Unidos. La líder de Podemos exigió a Sánchez más gasto social en las próximas cuentas públicas si quiere elevar el militar.

«Gastarse el dinero en armas por exigencia de una potencia extranjera en lugar de invertirlo en una mejor sanidad, mejor educación y más protección social, no forma parte de los presupuestos que nuestro país necesita», espetó Belarra ante la dirección del partido. Tampoco está dispuesta la líder de Podemos a aceptar la ampliación de EE.UU. en Rota. «No nos parece una decisión permanente», dijo el jueves. Sobre la gestión del asalto a la valla de Melilla, ayer: «Una brutal vulneración de derechos» y «una terrible masacre». Belarra lideró la presión de Unidas Podemos dentro del Gobierno al enviar a los ministros de Exteriores e Interior, José Manuel Albares y Fernando Grande Marlaska, una carta pidiendo que abriesen una investigación independiente y condenasen la «violencia» de las autoridades marroquíes.