Moncloa da un «sobresaliente» a Colombia tras llamar jefe de la república a Sánchez
El error se produjo en el pasado agosto y fue recibido con una amplia sonrisa por el jefe del Ejecutivo
La Moncloa da a entender que no ha transmitido ningún tipo de queja a las autoridades colombianas porque Pedro Sánchez fuera presentado como presidente de la república de España durante su comparecencia junto al jefe del Ejecutivo de aquel país, Gustavo Petro, el pasado ... agosto. En una respuesta a la portavoz de Exteriores del Grupo Popular, Valentina Martínez Ferro, Presidencia califica de «sobresaliente» la actuación de las autoridades colombianas durante la visita oficial de Sánchez, y destaca «el buen desarrollo» de la misma. Esa es toda la contestación que el Gobierno ha remitido a la dirigente popular, ante las preguntas de si Exteriores informó «debidamente» a las autoridades colombianas del «error» cometido, si éstas transmitieron sus disculpas.
Polémica con la espada
El episodio fue polémico ya que cuando la locutora que presentaba a Sánchez y a Petro cometió la confusión, el jefe del Gobierno español esbozó una amplia sonrisa y la mantuvo durante varios segundos de forma visible. La presentadora rectificó después presentando al socialista como el presidente del Gobierno del Reino de España, y el propio Petro incidió en ello repitiendo nuevamente el cargo correcto. Pero hasta el momento no había trascendido cuál había sido la reacción oficial de Exteriores dado que, además, el episodio se produjo tan solo unos días después de que las autoridades colombianas decidieran modificar el protocolo de la toma de posesión de Petro sin comunicarlo, para pasear la espada de Simón Bolívar durante el acto.
El cambio provocó que Felipe VI, allí presente, no se levantara en un primer momento ante el acero, aunque sí lo hizo después. Y esos segundos que el Rey se mantuvo sentado fueron utilizados por Unidas Podemos para acusarle de faltar al respeto al pueblo colombiano. La espada de Bolívar, que no es un símbolo del Estado colombiano, fue empleada en la guerra de Independencia de España y es un signo de la lucha contra el imperialismo español.
El episodio ocurrido en Colombia se une a los errores de protocolo cometidos por el propio Pedro Sánchez. El primero hace ahora cuatro años, en su primera celebración de la Fiesta Nacional como presidente, cuando se situó con su esposa, Begoña Gómez, junto a los Reyes en el tradicional besamanos que tiene lugar en el Palacio Real, dispuesto a recibir el saludo de los asistentes a la recepción. Aunque rápidamente los asistentes de protocolo advirtieron a Sánchez de que no debía colocarse allí y le condujeron al emplazamiento correcto, tanto La Moncloa como la Casa del Rey sostuvieron que el jefe del Ejecutivo había procedido como le había indicado el personal de Zarzuela. Más cerca en el tiempo, el pasado mes de junio, Sánchez volvió a cometer otro error de protocolo durante el besamanos previo a la cena oficial ofrecida por los Reyes con motivo de la Cumbre de la OTAN en Madrid. El líder socialista saludó a los monarcas y continuó su camino sin detenerse a posar para la fotografía protocolaria. En esta ocasión fue el propio Rey el que llamó a Sánchez para que regresara a posar, mientras éste confudido preguntaba «¿Cómo nos ponemos?».
Escudos boca abajo
En su respuesta al PP, Presidencia también eludió contestar a las preguntas relacionadas con los, según Martínez Ferro, «frecuentes» errores de protocolo que se están produciendo desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno. La dirigente popular pidió saber si, a juicio del líder socialista, este tipo de equivocaciones fortalecen la imagen de España, o si Presidencia va a impulsar cambios en el departamento de protocolo tras el nuevo desliz ocurrido en Colombia.
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La política popular aludía así a que durante el último viaje del jefe del Gobierno a Rabat, la bandera española fue colocada con el escudo boca abajo durante la cena ofrecida por Mohamed VI al líder socialista y resto de autoridades. Un error que vino a repetirse durante el arranque de la cumbre de la Alianza Atlántica en Madrid, cuando el jefe del Ejecutivo intervino tras el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y en su mesa había una pequeña bandera española con el escudo boca abajo. La Moncloa, de momento, da la callada por respuesta.
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