Marlaska reconoce el uso fraudulento de las escalas en los vuelos desde Marruecos

«Estamos trabajando para evitar la utilización fraudulenta en las escalas de los vuelos a Latinoamérica», confirmó el ministro tras alabar el «extraordinario trabajo» del Gobierno marroquí en el control de los aviones que despegan desde el aeropuerto de Casablanca. Coincidiendo con la denuncia del SUP, Marlaska explicó que el problema reside en que marroquíes, somalíes (con pasaporte de Kenia), senegaleses y malienses que vuelan desde la ciudad alauita afirmando que tienen por destino países latinoamericanos —en los que no se exige visado—, llegan a España como país de tránsito —donde, en este caso y, en concreto, en el de estas nacionalidades, a día de hoy tampoco es necesario— y una vez aterrizan reclaman iniciar el trámite de asilo, consituyendose el fraude.

Como adelantó este viernes ABC, el foco principal de llegadas fraudulentas se centra en los dos vuelos diarios de la Royal Air Maroc —aerolínea estatal marroquí—, y que, como las demás, tiene la obligación de comprobar los pasaportes y el visado (en caso de que el destino sea España). La situación lleva repitiéndose desde hace meses, según vienen denunciando fuentes policiales, aunque no está claro si la laxitud en el control en origen es algo premeditado o cuestión de descuidos puntuales.

Entre quienes llegan, aunque el fin sea el mismo, conseguir la estancia de forma fraudulenta en España, fuentes del SUP afirman que el 'modus operandi' es distinto dependiendo de la nacionalidad. Según explican, en el caso de los senegaleses, estos viajan desde Marruecos, en su mayoría con la compañía alauita, y en el trayecto se deshacen de su pasaporte para, a su llegada a Madrid, hacerse pasar por nacionales de algún país en situación de conflicto, dado que así el asilo les sea concedido más fácilmente.

Por otra parte, en el caso de muchos marroquíes, a quienes como a los senegaleses tampoco se exige visado de tránsito, afirman en origen, es decir, en Casablanca, que su destino es Sao Paulo, pero al llegar a Barajas se deshacen de la documentación para hacerse pasar por menores. La imposición del visado de tránsito, explican fuentes policiales, ayudaría a frenar estos fraudes, algo a lo que ahora se abre el Ministerio del Interior. «Si hay que introducir los visados de tránsito aeroportuario, se introducirán», manifestó el ministro, puntualizando que esto no contradice el hecho de tener un sistema de asilo como el español que respete los Derechos Humanos y los protocolos de ayuda internacional.

La reacción por parte del ministerio llega justo después del encuentro de Grande-Marlaska con su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, donde destacó a Marruecos como «el principal socio estratégico de España en asuntos de Interior». En esta línea, el ministro constató en Rabat el descenso en más de un 41 por ciento de las llegadas irregulares a Ceuta y Melilla, lo que, según él, pone de manifiesto «el esfuerzo» en la vigilancia del perímetro exterior de las ciudades autónomas.

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Marlaska insistió en destacar «el excelente estado de las relaciones» y el «compromiso personal» de ambos dirigentes «por reforzar permanentemente la cooperación bilateral». Respecto a la cuestión migratoria, el responsable español de la cartera de Interior agradeció el «compromiso y esfuerzo de Marruecos» en el desafío conjunto de la inmigración irregular y en la lucha contra las mafias, que definió como «una lacra especialmente cruel e inhumana». El último encuentro entre ambos se remonta al pasado 2 de febrero, hace casi un año, en Rabat y en el marco de la Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos.