Así será la restauración en directo y a 20 metros del suelo de la Puerta de Alcalá
El ayuntamiento abre al público la Puerta de Alcalá con visitas guiadas a través del andamio que rodea la obra
El monumento se someterá a la sexta intervención de sus 244 años de vida después de una fase de estudios previos
El alcalde llegó en zapatillas. La visita del icono madrileño exigía calzado cerrado y plano. El estrecho andamio, a casi 20 metros de altura, pone los 244 años de vida de la Puerta de Alcalá al alcance de la mano. «Se ve que ... efectivamente tiene deterioro, que la circulación rodada afecta a la piedra y los fenómenos meteorológicos tampoco ayudan a la conservación», examinó José Luis Martínez-Almeida este miércoles, después de recorrer el perímetro del monumento desde las alturas. El mismo camino que abre este fin de semana para el resto de ciudadanos.
La puerta más famosa de Madrid, erigida entre 1779 y 1769 por orden de Carlos III, diseñada por Francisco Sabatini, testigo de guerras, portadora de cicatrices y musa de artistas, se somete a su sexta restauración. El diagnóstico de su estado de salud arrancó este mes de julio y, hasta el 30 de septiembre, permanecerá escondida bajo una lona hiperrealista y cercada por la estructura metálica de los andamios para que los técnicos revisen cada esquina, cada ornamento. Un proceso que el Área de Cultura del ayuntamiento compartirá con la ciudad mediante visitas guiadas a lo alto de la Puerta de Alcalá.
La Puerta de Alcalá ve pasar el tiempo: su sexta restauración será en 2023
El monumento erigido en 1778 se cubrirá con una lona hasta el mes de septiembre para el diagnóstico de su estado de conservación
Las plazas se pueden reservar desde este miércoles aquí. Los paseos gratuitos arrancarán este sábado y se mantendrán todo el verano, hasta el 2 de octubre. Las visitas durarán 50 minutos y se realizarán en grupos de 18 personas; hay hueco para más de 5.200 participantes. Además de adentrarse en primera persona en la restauración, la metodología y sus claves, el programa pretende ser un «ejercicio de conservación preventiva, cuya finalidad es la corresponsabilidad ciudadana en la preservación del legado patrimonial», señalan desde el área.
Los desperfectos son visibles desde la cornisa. La piedra —la mayoría, granito de Segovia, además de piedra caliza de Colmenar Viejo— está agrietada aquí y allá. Los excrementos de paloma manchan los márgenes de la inscripción que preside el dintel de la Puerta de Alcalá: «REGE CAROLO III ANNO MDCCLXXVIII». El paso del tiempo tiñe el gris de los cuatro angelotes, los niños petrificados que representan las virtudes de fortaleza, prudencia, templanza y justicia, y de los triunfos, amontonamientos de armas militares que desde el suelo parecen soldados sin rostro. La última restauración se acometió en 1992 y la última limpieza en 2014.
Pruebas de laboratorio
La restauración en sí no comenzará hasta el verano de 2023. A principios de julio hubo un primer reconocimiento con drones para generar un diseño tridimensional del monumento, que también ha servido para confeccionar el trampantojo de la lona. Ahora es el turno de analizar los materiales, comprobar las cubiertas y el solado y hacer pruebas en el laboratorio. «Se intenta que la toma de muestras sea mínima para no dañar la piedra, después se analizan esos materiales y se prueban los distintos productos químicos que se van a utilizar», explica Elena Rosado, empleada en Inversa, una de las empresas implicadas en el proyecto que costará más de 164.000 euros a las arcas municipales.
La contaminación del tráfico que atraviesa a diario la plaza de la Independencia, las inclemencias meteorológicas como el temporal Filomena y la costra biológica sobre la puerta aceleran su desgaste. «Son 200 años de vida continuada, de luz, de contaminación, los episodios de oscilaciones térmicas cada vez son más acusados; todo eso repercute en el estado de conservación de una piedra que tiende a la degradación por su propia composición», señaló este miércoles el director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Isaac Sastre.
Cada piedra reacciona de una forma: el granito tiende a cristalizar y la caliza a desmenuzarse. La cara este y la fachada oeste están expuestas a distintos niveles de luz y calor. «Es cierto que parece un elemento unitario, pero cada cuerpo, cada frente tiene características diferentes que han sufrido de una manera diferente», añade Sastre. La meta de estos estudios es delinear un «mapa de riesgos» que indique cómo actuar en cada porción de la Puerta de Alcalá. «Primero se empieza con el estudio de las afecciones y las patologías para poder determinar cuáles son las medidas para contrarrestar esos problemas y, llegado el momento, si fuera necesario, hacer una intervención más quirúrgica», concluye.
Un primer lavado de cara de 8 millones para el Paisaje de la Luz
Cien instituciones coordinadas por el ayuntamiento han empezado a trabajar para pulir el eje Prado-Retiro
El consistorio ha firmado un convenio de asesoramiento técnico con el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), dependiente del ministerio, para el trabajo de estos tres meses que en noviembre se plasmará en una memoria. Con el diagnóstico en la mano se redactará el plan y un nuevo presupuesto que se adjudicará en 2023. «Esto es el ejemplo, un año después de la declaración de Patrimonio Mundial delPaisaje de la Luz, de la colaboración entre administraciones», celebró Sastre. Este miércoles se cumplieron 365 días del ingreso de Madrid en el selecto catálogo de la Unesco. El eje Prado-Retiro se ganó el favor unánime de los 21 países del Comité de Expertos y la Puerta de Alcalá, uno de sus ilustres emblemas, ganó un lavado de cara.
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