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Lapisabien

La jauría humana, la dignidad de Ayuso

Las hordas ya no sorprenden. Las hordas ven, no leen, y sacan el cuchillo jamonero y oxidado. O el piolet

Ayuso, intervenida quirúrgicamente tras perder al bebé que esperaba de dos meses

Ayuso, arropada por su equipo a la llegada a la Asamblea EP
Jesús Nieto Jurado

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Las hordas ya no sorprenden. Las hordas ven, no leen, y sacan el cuchillo jamonero y oxidado, el piolet que tienen más a mano. Alguien dijo que con las RRSS de micromensajes se había vuelto al epigrama, claro. Al propio Marcial. Y se equivocaban como ... la paloma de Alberti. Todo fue un estercolero en torno al trágico aborto natural de Ayuso; un luto silente donde la muerte se ve tan dentro que hasta las hormonas se descabalgan para que la pena negra persista, para que la pelvis y la espalda sigan soportando un dolor que es el de la muerte cuando el deseo era el dar vida.

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