Bicimad estrena bicis antirrobo con GPS y más batería para su expansión por los 21 distritos de Madrid

El nuevo modelo comenzará a estar presente en las calles a partir de marzo, con unas 1.300 bicis y un centenar de estaciones nuevas. De forma progresiva, se irá ampliando hasta junio. Para consolidar el cambio de etapa, las recientes adquisiciones se presentaron ayer con una nueva imagen de marca. Construida en letras minúsculas redondeadas, se presenta con una leve rotación con la que pretenden añadir el «carácter lúdico» de la identidad visual del servicio.

Pero el uso de la bici se ha intensificado tanto en la última década que ya hace tiempo que dejó de percibirse solo como un vehículo para el deporte y el tiempo libre. «Estamos ante la apuesta definitiva por la bicicleta como una alternativa real de movilidad sostenible en nuestra ciudad», auguró el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, durante la presentación del renovado sistema. Esta acción, que requiere una inversión de 48,8 millones de euros, ha contado con 30 millones de financiación europea procedente de los fondos Next Generation.

El regidor fue el primero en probarlas bicis, en las que predomina el color azul del nuevo logo frente al fondo blanco con letras aguamarina de los actuales vehículos. La estética no es la única modificación visible. La mejora del motor, que es de 250W, y los cambios con tres marchas, proporcionan una asistencia progresiva sin acelerones bruscos. Contarán también una pantalla LCD para conocer la velocidad y el estado de la batería, que, además, tendrá mayor autonomía con hasta 70 kilómetros.

Los frenos –tipo 'rollerbrake'– incorporan una señal luminosa que se activa durante la desaceleración para mejorar la seguridad de los usuarios. La cesta, más resistente, tiene un hueco específico para bolsos de mano y el sillín, regulable en altura, presenta un diseño antivandálico. Complementan las medidas de seguridad el sistema antipinchazos de los neumáticos, el mecanismo antirrobo integrado en el chasis.

En cuanto al mantenimiento, las bicicletas ancladas a la estación se van a monitorizar de forma permanente y la información de su estado será analizada por una herramienta de diagnóstico. Como novedad para el usuario, podrá informar si un vehículo necesita una revisión a través de un botón físico situado en cada anclajes de las estaciones.

Por su parte, las bases se han diseñado para que no necesiten fijarse al suelo, se mantienen por su propio peso, por lo que no necesitan obras para su instalación. Al estar compuestas por módulos, se pueden agregar o quitar puntos de anclaje a una estación para adaptarla a cada circunstancia.

Todos los elementos que forman parte de cada tótem se han pensado para hacer frente el vandalismo, la corrosión, la exposición a la intemperie y el paso del tiempo: no tienen ningún 'hardware' expuesto para evitar robos y la mayoría de los componentes están elaborados con una fundición de aluminio con recubrimiento de pintura en polvo y acero inoxidable.

Además, las nuevas estaciones disponen de un sistema de respaldo que permite que, en caso de problemas con el suministro eléctrico, pueda seguir aceptando alquileres y devoluciones de bicicletas, así como comunicando con los servidores centrales.

Otra gran novedad es la instalación de un candado inteligente en la parte trasera de la bicicleta que permite iniciar y terminar viajes en estaciones o fuera de ellas. Así, el usuario podrá finalizar su viaje en una estación que esté llena con solo situar el vehículo junto a la estación al bloquear el candado. También se podrán crear estaciones virtuales, espacios georreferenciados que funcionen como si fueran una base. Así, Bicimad podría dar cobertura puntual a eventos o crear puntos provisionales si las habituales fallan.